Qué envidia da ver cómo los índices norteamericanos se han vuelto a apuntar a su rutina de cerrar en máximos históricos todos los días.
Es cierto que falta que el Nasdaq se una a la terna del S&P 500, el Dow Jones y Russell 2000. En cambio, en Europa, el viernes se saldaba con resultados mixtos.
A nivel sectorial esta semana también tuvimos ganancias generalizadas en todos los sectores, pero destacaba (esta vez para bien) la fuerte subida del sector de ecología, y la recuperación del consumo discrecional y de las utilities, mientras el sector sanitario y la biotecnología se quedaban rezagadas.
Ayudaba bastante el hecho de que el viernes se conociera que el índice de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan de EE.UU. subió 6,2 puntos a 83,0 en la lectura preliminar de marzo. El aumento, algo mayor de lo previsto, es coherente con las previsiones de un sólido crecimiento del gasto de consumo en el primer trimestre, lo que permitiría un fuerte rebote del PIB. Es cierto que el índice todavía está 18 puntos por debajo de su máximo de febrero de 2020, pero es especialmente positivo el hecho de que la confianza de los consumidores aumentara bruscamente entre los hogares de menores ingresos, compensando con creces la caída de febrero.
Esta semana viene cargada de reuniones de bancos centrales, en las que esperamos que se mantenga el tono acomodaticio adoptado por entidades tan dispares como el BCE, el DNB danés o el BCRP peruano durante la pasada semana. Los inversores estarán especialmente atentos a las declaraciones de Powell tras la reunión de la Fed, sobre todo tras el aumento en la TIR del treasury 1,625% y la fortaleza del dólar.
Buena semana.