Contrariamente, ese mismo movimiento favorece a los bancos, a las materias primas y a los valores relacionados con el ocio y el turismo, porque no olvidemos que mucho de lo que se está descontando es la vuelta a la normalidad cuando las vacunas comiencen a estar bien extendidas internacionalmente.
Dicho esto, este movimiento tiene muchas derivadas y una de ellas es que si la inflación se desboca con esa recuperación del consumo y la actividad en general, sumado a la gran cantidad de liquidez, puede provocar que los precios se desboquen. La consecuencia sería que los bancos centrales se verían en la obligación de comenzar políticas algo más restrictivas para controlarla. Sobre este fuego echaba agua ayer Jerome Powell: ni Estados Unidos está exenta de desafíos en términos económicos, ni la Reserva Federal dejaba de estar comprometida con soportar la recuperación. Esto, al menos, fue lo que dijo ayer ante el comité bancario del Senado y sirvió para relajar las TIR que ayer seguían subiendo.
Por ser breve e ir acabando voy a mencionar el desplome de ayer del bitcoin. No me voy a posicionar, yo tengo mi idea y cada uno de ustedes tendrá la suya, pero de lo que casi no me caben dudas es de que quizá hasta se pueda hacer más dinero invirtiendo en su volatilidad que en la propia cotización.
Buen miércoles.