Buenos días.
El éxtasis general que produce la posibilidad de que el BCE aplique medidas innovadoras es tal, que Mario Draghi ha tenido que dar un paso al frente para frenar esta euforia. Los rumores sobre las políticas monetarias crecen con poco margen que se les pueda dar, y si no, ningún ejemplo como el del presidente del BCE rogando a los mercados que echen el freno en torno a las especulaciones sobre llevar a negativo los intereses de depósito. A pesar de Draghi y de la confirmación de Yellen como sucesora de BenBer, la buena macro occidental tuvo cierto peso en el comportamiento de los mercados. En Europa, la primera lectura del PMI manufacturero del conjunto de la Zona Euro para el mes de noviembre, se ha incrementado respecto al mes anterior, alcanzando los 51,5 enteros, mientras que la variante del sector servicios se convirtió en la nota disonante de la sesión, con una caída de más de medio punto. Mientras, en EEUU destacaba el fuerte descenso de las peticiones semanales de desempleo, un dato que sigue la buena estela que dejaron las recientes cifras del mercado laboral.
Queda un tanto lejano en el recuerdo, pero el resultado de la composición del Parlamento alemán parece que se conoció ayer, a pesar de aún no ser oficial; mal que le pese a Angela Merkel, los socialdemócratas han sido capaces de arrancarle la resurrección del salario mínimo a la nueva dama de hierro a cambio del apoyo, dificultad que están mostrando los dos meses de negociaciones para la formación de un ejecutivo lo suficientemente sólido para seguir exigiéndole a Europa la germanización de sus finanzas públicas. Lo que sí es oficial es que la canciller alemana se ha adueñado del éxito de las reformas en España (a los sufridos ciudadanos nada …), y que Italia, visto lo visto, se sube de nuevo al carro tras el anuncio del primer ministro de un paquete de privatizaciones valorado en EUR 12.000 MM para hacer frente al incremento de la deuda pública.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones