Como cada vez que cierran los mercados anglosajones, sobre todo los americanos, los volúmenes de contratación de ayer fueron más bajos de lo habitual y la sesión discurría sin grandes variaciones ni un rumbo definido. En las plazas europeas pocas sorpresas más allá del revolcón que el Gobierno español ha dado a las eléctricas al conocerse que pretende eliminar los incentivos para aquellos tipos de energía que no emiten gases de efecto invernadero.
El ritmo del proceso de vacunación, ese catalizador del que hablamos prácticamente todos los días, parece haber ilusionado a los miembros de la OPEP+, los cuales ven un incremento de la demanda para la segunda parte del año al calor de una mayor actividad y movilidad. Esta idea la refrenda también la revisión de estimaciones de crecimiento de la OCDE, la cual eleva las previsiones de los tres principales bloques económicos mundiales (Estados Unidos, Europa y China). En el caso del gigante asiático, además, seguro que la OPEP ha recibido animadamente ver la noticia de que China permitirá a las familias tener hasta tres hijos. ¿Un boom de nuevos consumidores de petróleo o más adeptos a la causa de la energía limpia?
En la política monetaria europea predomina el tono suave, pues, a la posible primera emisión de bonos del EU Next Generation, se unen las declaraciones de distintos miembros del BCE dando continuidad a la actitud laxa del organismo. Japón, ese espejo en el que nos miramos, sin embargo, ha dado un paso histórico, quién sabe si hacia la normalización monetaria, tras no haber participado durante el mes de mayo en el mercado doméstico de ETF.
Hoy esperamos un día más animado, con Nueva York y Londres abiertos, y con numerosas referencias macroeconómicas que van desde los datos PMI e ISM de actividad manufacturera correspondientes al mes de mayo hasta los niveles de precios oficiales de la eurozona.
Buen martes.