Ayer el día vino cargado de noticias. Como viene siendo habitual, Ucrania seguía acaparando las portadas y le robó el foco a Lagarde y al dato de inflación americana del mes de febrero.
No sé quién podría esperar una resolución rápida y consensuada del conflicto, lo normal es que veamos aún muchas conversaciones, muchas idas y venidas entre los dos países y varios pasos hacia atrás hasta que de verdad se sienten a negociar con espíritu conciliador y ganas de paz. No sé cuál de las dos partes tenía más razones para levantarse ayer de la mesa, pero parece lógico que ambas están jugando con mucha estrategia esta partida y no quieren dar por ahora la mano al rival. Y mientras, los ucranianos y los soldados rusos sufren las decisiones de sus dirigentes con sus propias vidas y el mundo teme que este conflicto acabe causando un problema muy grande de hambre porque se une a las sequías de varios países productores de cereales y las malas cosechas de otros productores.
Hoy tendremos reunión extraordinaria de los líderes europeos en Versalles, en la que se hablará de nuevas sanciones a Rusia, centrándose en especial en la energía, pero ya sabemos que Alemania no está en condiciones de dejar de comprar el gas de Yamal.
La otra noticia de la jornada en Europa era la reunión del BCE. La primera decisión venía de la parte del programa de compra de activos, cuya retirada se va a acelerar. Recordemos que, en Estados Unidos, la Fed bajó la ventanilla de su programa de bonos hace apenas dos días y el de MBS termina hoy. En este caso el programa que desaparece es el PEPP y el que disminuye es el APP, así que aún viviremos un mercado intervenido durante unos meses más. Los tipos, en cambio, no se tocarán por ahora, siempre y cuando la incertidumbre lo permita. Este discurso ya lo hemos oído otras veces desde 2012 y parece que nunca termina de ser el momento. Además, tocaba revisar el cuadro macro y por tanto bajar las previsiones del PIB y aumentar las del IPC. Parece que este año lo cerraremos con una inflación cercana al 5%, pero en 2023 y 2024 volveremos al objetivo del 2%.
Ojalá esas cifras sean ciertas, porque el dato de Estados Unidos de febrero de ayer dejó a más de uno sin aliento al alcanzar cotas no vistas desde 1982. La inflación se situaba cerca del 8% y, lo que es peor, el mes que viene podemos ver otro tirón y situarnos cerca del 9% por la subida de los combustibles. Los alquileres tampoco dan mucha tregua a los ciudadanos de a pie y la comida empieza a reflejar la crisis de Ucrania incluso al otro lado del Atlántico.
Y todo esto tuvo sus efectos en el mercado. Mientras los inversores en acciones parecen más preocupados por lo que sucede en Ucrania, los de los bonos están cada día más pendientes de los bancos centrales. Los bonos europeos han visto cómo sus precios retrocedían, dando la oportunidad a los inversores de exigir rentabilidades que no veíamos desde la invasión del día 24. El 10 años alemán se encuentra en el 0,25 y el español en 1,25. En cambio, el americano se mueve tranquilo por debajo del 2%, ejerciendo un poco de refugio. Además, ayer tuvimos una subasta de emisiones a 30 años del Tesoro americano que tenía muy buena acogida. 20.000 millones que les servirá para financiar las ayudas aprobadas por el Senado para Ucrania.
Por su parte, las acciones retrocedían. Llevamos cuatro semanas muy negativas y de idas y venidas. Estados Unidos volvía a hacerlo mejor que Europa, pero el euro volvía a situarse por encima del 1,1 frente al dólar. Por su parte, el oro se mantenía estable cerca de los 2000 dólares la onza y el Brent nos daba a todos un respiro al retroceder hasta los 111 dólares el barril.
Hoy no tendremos datos económicos de calado, por lo que todo dependerá de lo que suceda respecto a la guerra. Además, recordemos que la semana que viene tendremos reuniones clave de varios bancos centrales muy importantes (Fed, BoE y BoJ) y que vencen los derivados trimestrales después de unos meses muy movidos tanto en la renta variable como en la renta fija y, sobre todo, las materias primas, por lo que podremos empezar a ver rebalanceos y reposicionamientos de cara a la primavera.
Buen fin de semana.