El mercado de renta variable experimentaba el viernes otro día de avances significativos y máximos históricos, impulsado por varios factores clave que están influyendo en la confianza del mercado y las decisiones de inversión. El repunte de las acciones tecnológicas y los comentarios de los miembros de la Reserva Federal han destacado en medio de un contexto económico complejo.
En los mercados de renta fija veíamos una caída de la rentabilidad de los bonos. El bono americano a diez años cerraba en 4,18%, el alemán en 2,41% y España en 3,3%. Mientras que el bono a dos años de Estados Unidos era el que mejor reflejaba las declaraciones de Christopher Waller, gobernador de la Fed: señaló que le gustaría un cambio en la composición del balance del banco central hacia una mayor proporción de bonos del Tesoro a corto plazo. No deja de ser llamativa la subida de precios de los bonos en un contexto de una fuerte oferta de papel. De hecho, la emisión de bonos corporativos estadounidenses alcanzó los 197.000 millones de dólares, un récord en febrero.
A pesar de los datos que muestran una contracción en la actividad industrial de Estados Unidos, el mercado bursátil lograba avanzar, destacando el optimismo en torno a los resultados empresariales y las expectativas de la Reserva Federal sobre la trayectoria de los tipos de interés. La publicación del índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) subyacente ha contribuido a calmar las preocupaciones sobre la inflación, lo que ha influido en la confianza de los inversores desde el jueves.
El S&P 500 cerraba la semana en niveles récord, reflejando la resistencia del mercado frente a los datos económicos adversos. En Europa, los índices también registraron avances, aunque de manera más moderada. Mientras tanto, en Japón, el Nikkei 225 continuó su racha alcista, impulsando el sentimiento positivo en los mercados globales. En estos momentos, la mayor parte de los índices de renta variable de los mercados desarrollados se encuentran en máximos históricos.
Las noticias corporativas han tenido un impacto significativo, con empresas como Dell Technologies registrando un sólido desempeño en ventas y Boeing explorando adquisiciones. El precio del petróleo se mantuvo alrededor de los 80 dólares, mientras que el bitcoin continuó su ascenso por encima de los 62.000 dólares.
Los resultados del cuarto trimestre para casi todas las empresas del S&P 500 han sido estelares, superando las expectativas iniciales. Además, el impulso en torno a la inteligencia artificial sigue siendo un factor clave en Wall Street, con varias firmas aumentando sus previsiones para el S&P 500.
En cuanto a la política monetaria, los funcionarios de la Reserva Federal han expresado cautela sobre los movimientos futuros de los tipos de interés, enfocándose en el control de la inflación y el fortalecimiento del mercado laboral. Sin embargo, se espera que las proyecciones de crecimiento económico e inflación se revisen al alza en la próxima reunión de la Fed.
En Europa, la inflación se mantuvo por encima de las expectativas y, por si fuera poco, Alemania está considerando un paquete fiscal para estimular el crecimiento económico. Mientras, en Japón, el contexto de la política monetaria sigue siendo acomodaticio.
Mirando hacia adelante, los inversores estarán atentos a la reunión del BCE del jueves y a la publicación de resultados empresariales en Europa. Además, se conocerán importantes datos macroeconómicos, como el PMI de servicios de China y EE.UU., así como los datos de empleo de EE.UU. Además, veremos cómo recogen los mercados el trágico desenlace del buque británico y de bandera de Belice «Rubymar», que acabó hundiéndose en el mar Rojo tras ser atacado por los rebeldes chiíes hutíes hace dos semanas y que transportaba 21.000 toneladas métricas del fertilizante químico sulfato de amonio.
Buena semana.