La expectativa sobre un posible endurecimiento monetario en Estados Unidos más rápido de lo, hasta ahora, previsto provocó una primera semana del año más movida de lo que se esperaba. Así, tanto el acta de la última reunión de la Reserva Federal, como los datos de empleo conocidos y las declaraciones de algunos miembros autorizados del organismo daban alas a esta opción. La última en hacerlo era Mary Daly, presidenta de la Fed de San Francisco, la cual reconocía la posibilidad de que el primer incremento de tipos deba hacerse antes de lo previsto, de hecho, antes de que se finalice la retirada de estímulos monetarios, de forma que ambas medidas puedan suceder simultáneamente.
La realidad es que los mercados sufrieron la semana pasada la consecuencia, con los principales índices de renta variable americanos cediendo posiciones, mientras que las rentabilidades exigidas a la deuda repuntaban. Como contrapunto podemos mencionar la publicación del dato de creación de empleo privado, el cual se quedaba por detrás de lo esperado. No obstante, la tasa de desempleo se reducía ligeramente y la participación laboral se mantenía estable mientras los salarios medios continúan incrementándose. Tendremos que estar atentos a ver si las lecturas de precios, tanto finales como industriales, echan más madera al fuego o ayudan a tranquilizar a los inversores.
Mientras todo esto es trabajo de la autoridad monetaria americana, el poder ejecutivo se encuentra inmerso en negociaciones de paz con Rusia, con respecto al conflicto en Ucrania. Ni los propios funcionarios americanos parten con mucho optimismo, por lo que no tiene pinta de que vayamos a ver una rápida y fácil solución. Ni con Estados Unidos, ni con Europa, con quien también el Kremlin tendrá encuentros.
Poco a poco a lo largo de la semana comenzaremos a tener cierto goteo de compañías presentando sus resultados empresariales del último trimestre del año 2021 y las guías sobre el futuro próximo de sus negocios. Esto será un nuevo catalizador a incorporar en nuestras preocupaciones, que, no obstante, no comenzará oficiosamente y como es tradición hasta el viernes con la puesta de largo de algunos de los principales bancos americanos como son JP Morgan, Wells Fargo y Citigroup. ¿Podrán los resultados empresariales salvar a las compañías de crecimiento del yugo al que las tienen sometidas la inflación y los tipos en este 2022?
Buena semana.