Powell, Kaplan, Bullard y los demás. Bien podría ser la versión inglesa del título de una canción de Amaral, pero me estoy refiriendo a los miembros de la Reserva Federal, empezando por el propio presidente, que están dando más que hablar en los últimos días. Como si de trileros se tratase, el primer movimiento restrictivo en Estados Unidos (bien sea un menor volumen de compra de activos, bien sea una retirada de los estímulos, bien sea lo que sea) está debajo de alguno de los tres vasitos con los que juegan. Ayer, los representantes de la Fed de Saint Louis (Bullard) y Dallas (Kaplan) volvían a pronunciarse tras sus declaraciones hawkish del pasado viernes, para matizarlas, siendo la postura ahora, no la de una subida inminente, pero sí que la Reserva Federal pueda tener cierta “cintura”, aplicando pequeños cambios paulatinos que prevengan de tener que actuar agresivamente en el futuro. Hoy mismo comparecerá Jerome Powell, por lo que debemos estar muy atentos a cualquier información que salga de su boca.
Discurso completamente distinto es el que mantiene Christine Lagarde en Europa, reconociendo que la situación aquí es muy distinta que la existente en Estados Unidos. De hecho, parte de su tiempo fue dedicado a asegurar el margen de maniobra que sigue teniendo la entidad que preside para ampliar el soporte a la economía. Como el día y la noche, vaya.
Los otros dos grandes focos del día pueden calificarse de inversiones alternativas: las materias primas y las criptodivisas. En el primer caso, el petróleo cotiza ya por encima de los 70 dólares por barril y algunas casas pronostican que podría alcanzar los 100 al calor de la mejora en las previsiones de la demanda, la debilidad del dólar y el avance de las conversaciones entre Estados Unidos e Irán que pueden finalizar con la retirada de las sanciones económicas al crudo proveniente del país árabe.
En medio de toda esta vorágine los mercados siguen cotizando y reflejando en las pantallas día a día las novedades. Como era de esperar, los precios de los bonos se vieron muy afectados por las palabras de los miembros de la Fed, con el treasury americano a diez años volviendo a niveles de 1,5% después de haberse moderado hasta el 1,35%. El impacto en las bolsas fue un impulso para el Dow Jones, que vivió su mejor sesión desde marzo, después de que la del viernes fuese la peor desde octubre. Seguimos con las rotaciones constantes, razón suficiente para no tratar de hacer timing al mercado y permanecer tranquilos en sus convicciones.
Buen martes.