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31/10/2022 AUTOR: Jorge González Morning meeting

Recesión en el horizonte

Iniciamos la semana recordando lo que sucedió durante la última jornada de la anterior, que no fue poco.

 

En el terreno macroeconómico tuvimos una amplia batería de noticias.

 

Comenzando por Europa, los datos de crecimiento del pasado trimestre conocidos eran bastante positivos. En el caso alemán, el dato se quedaba muy por encima de las expectativas, siendo el gasto de consumo privado el principal motor de crecimiento. El dato francés cumplía las expectativas, ya que las ventas finales nacionales fueron firmes, contribuyendo con 1,8 puntos porcentuales al PIB, gracias a la fortaleza del sector servicios, y los cambios en los inventarios contribuyeron casi por igual. Gran parte de esto compensaba el lastre del comercio internacional, que refleja un fuerte incremento en las importaciones. Por su parte, el dato español defraudaba como consecuencia de un crecimiento más lento de lo esperado de las exportaciones y una desaceleración de la inversión (todavía positiva en +0,6%), que explican la pérdida de impulso, mientras que el gasto del consumidor seguía dando muestras de fortaleza a pesar de la reducción de los ingresos reales.

 

Por otro lado, los datos de inflación del mes de octubre, eran superiores a las expectativas, ya que los precios de los alimentos y la energía continuaron aumentando rápidamente, provocando que la presión inflacionaria subyacente persistiera. Parece claro que el dato del conjunto de la eurozona superará el nivel de septiembre (+ 10,0% interanual) y se ubicará en torno al 10,5%. Este aumento de la inflación aumenta la posibilidad de que el BCE vuelva a ajustar al alza los tipos en un 0,75% en diciembre. Por último, también conocíamos que la confianza empresarial, aunque todavía no es tan baja como la de los consumidores, continúa cayendo, y es especialmente baja en el sector minorista. En el lado positivo, las expectativas de empleo, aunque más bajas que hace un año, siguen siendo ampliamente positivas. Esto sugiere que el desempleo podría aumentar mucho menos que en recesiones anteriores.

 

Por su parte, en Estados Unidos, el índice de confianza de los consumidores elaborada por la Universidad de Michigan se revisaba ligeramente al alza desde la estimación preliminar, ligeramente mejor que durante el verano, pero aún con niveles muy deprimidos (aproximadamente los mismos que durante la crisis financiera mundial). Además, conocíamos las ventas de vivienda pendientes del mes de septiembre que daba nuevos signos del fuerte frenazo que está experimentando el mercado de la vivienda como resultado de los crecientes costes de financiación. En cuanto a las cifras de precios, el PCE nos dejaba una señal alentadora a tener en cuenta: excluyendo los alquileres, la cifra trimestral cayó a 3,3%. La lectura más baja desde enero de 2021 y por debajo de la fuerte subida del 7,4% en junio del año pasado. Además, a pesar de la alta inflación, el ingreso real disponible subió un 0,05% y la tasa de ahorro cayó del 3,4% a un nuevo mínimo de este ciclo económico del 3,1%.

 

Con todo, el mercado americano celebraba una jornada de fuertes revalorizaciones, mientras el europeo cotizaba de manera mixta, siendo los mercados más cíclicos (Italia, España y Reino Unido) los peor parados. En los mercados de bonos, el diez años americano cerraba por encima del 4% y el alemán cerca del 2,1%. Por su parte, los bonos corporativos con grado de inversión registraron ganancias durante la semana a medida que los activos de riesgo se recuperaron. Los diferenciales de crédito se estrecharon, aunque los movimientos variaron entre los emisores, con las publicaciones de ganancias y las nuevas emisiones como impulsores. El calendario primario estuvo activo durante toda la semana, con el nivel de nuevas ofertas superando las expectativas semanales.

 

La semana estuvo marcada por las esperanzas de que la Reserva Federal pueda desacelerar su ritmo de aumento de los tipos de interés. Las bolsas subieron después de la inesperada decisión del Banco de Canadá, el miércoles, de elevar el precio del dinero solo en un 0,50% en lugar del 0,75% ampliamente anticipado, ante lo que muchos inversores han empezado a plantearse que la Fed podría seguir su ejemplo. Las preocupaciones por las agresivas alzas llevadas a cabo y el consiguiente aumento pronunciado en el dólar estadounidense, que podrían provocar inestabilidad en el sistema financiero global, han llevado a la especulación de que el organismo monetario pronto podría reducir su ritmo de subidas o incluso detenerlas.

 

Asimismo, a pesar de la subida del BCE del jueves, los inversores redujeron sus previsiones de tipos en la eurozona para el próximo año y el euro cayó por debajo de la paridad frente al dólar estadounidense ante indicios de que el enfoque del BCE podría haber comenzado a cambiar y que el tamaño de la próxima alza podría ser menor. El banco central también señaló que ya se habían logrado «avances sustanciales» en «retirar la política monetaria acomodaticia», mientras que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, enfatizó que un escenario de recesión estaba «mucho más presente en el horizonte».

 

El organismo que sigue en otra onda es el Banco de Japón. De hecho, el miércoles aumentó sus compras de bonos del gobierno japonés (JGB), agregando otros 100.000 millones de yenes japoneses en deuda de entre 10 y 25 años, y 50.000 en compras a más largo plazo. Este aumento no fue inesperado, pero sin embargo provocó fuertes ganancias en el extremo largo de la curva, donde los rendimientos cayeron bruscamente a sus niveles más bajos desde mediados de octubre. Por su puesto, concluyó su reunión de política monetaria del viernes anunciando que mantendría los tipos de interés en niveles ultra bajos (-0,1% para la referencia a corto plazo y 0,25% para los rendimientos gubernamentales a 10 años). Sin embargo, elevó sus expectativas de inflación subyacente al 2,9% para el año fiscal que finaliza en marzo de 2023 y al 1,6% el año siguiente.

 

Si antes hablábamos de números verdes en Estados Unidos y alguno de los mercados europeos, las bolsas asiáticas siguieron salpicadas por las noticias que llegan desde China. Los mercados bursátiles chinos retrocedieron, ya que la confianza de los inversores se vio afectada por los nuevos cierres relacionados con la COVID en varias regiones. Varias ciudades duplicaron las restricciones por COVID-19 después de que el país reportó tres días consecutivos de más de 1.000 nuevos casos en todo el país. Los datos también mostraron que las ganancias de las empresas industriales del gigante asiático disminuyeron a un ritmo más rápido en septiembre. Con todo, el índice compuesto de Shanghai, CSI 300, cayó un 5,3% en la semana, y el Hang Seng (HSI) de Hong Kong un 8,3%. Además, surgieron informes de que los principales bancos estatales chinos vendieron dólares estadounidenses tanto en mercados onshore como offshore, durante la semana posterior a la reciente caída del yuan.

 

Las principales noticias de la semana seguramente nos lleguen desde el otro lado del Atlántico, donde la Reserva Federal se pronunciará el miércoles sobre cuál será el precio de dinero, al menos durante las próximas seis semanas. Además, el viernes se publicarán los datos de empleo del mes de octubre, en el que se esperan una reducción en la creación de empleo no agrícola, junto con un nuevo repunte en la tasa de participación en la fuerza laboral que podría provocar un aumento en la tasa de desempleo frente al 3,5% en septiembre. Además, parece seguro que las ganancias promedio por hora continúen aumentando en línea con septiembre (+0,3%), lo cual dificulta que veamos una reducción de la inflación. El ISM manufacturero del mes de octubre que conoceremos mañana podría resultar clave para el comportamiento de los mercados, puesto que podría entrar en terreno de contracción por primera vez desde junio de 2020, es decir, desde los peores meses de la pandemia. En Europa, hoy conoceremos el dato de crecimiento del conjunto del área comunitaria del pasado trimestre. Además, el Banco de Inglaterra tendrá una reunión clave, tras todo el conjunto de noticias que se han producido en la isla desde la reunión del día 22 de septiembre. Por si alguno no se ha enterado, los miembros del Parlamento eligieron al exministro de finanzas del Reino Unido Rishi Sunak como primer ministro la semana pasada. Sunak reemplaza a Liz Truss, quien renunció después de que un cambio propuesto en la política fiscal provocara una gran agitación en el mercado financiero que erosionó la confianza en su administración.

 

Buena semana.

 

Jorge González Gómez
Director de Análisis

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