Buenos días.
¿Quieres liquidez? pues toma dos cucharadas. Así se debió de sentir Mario Draghi al enfrentarse con la abundante cantidad de periodistas que esperaban ansiosos los detalles del QEuropeo. Hay un poco de todo, con sorpresas al alza, intentos de cuadrar el círculo, advertencias a los Gobiernos y consecuencias inmediatas en los mercados.
El BCE, con la inestimable oposición de Alemania según parece, por fin ha decidido implicarse ya no sólo en la revitalización de la inflación de la zona euro, sino también en restaurar la confianza echando un capote en forma de lluvia monetaria. Y no sólo lo ha hecho, pues ha pulverizado todas las previsiones, dado que con la promesa de comprar EUR 60.000 MM mensuales de bonos públicos y privados hasta septiembre de 2016, el BCE se estaría comprometiendo a inyectar más de EUR 1,1 BN. Matices hay por supuesto, ya que todo dependerá de la evolución de la inflación y el entorno económico.
¿Qué va a ser adquirido con el QE? Renta fija pública y privada con los siguientes límites: 33% por emisor y 25% por emisión, con una nebulosa acerca de los bonos basura, aquellos con calificación crediticia inferior a BBB y que afecta directamente a Grecia, Chipre y Portugal. Además de todo esto, había expectación en comprobar cuál era la concesión hecha a Alemania para que, con la boca muy pequeña, diera el visto bueno. Nada menos que la mutualización de riesgos entre el BCE y los bancos centrales nacionales, que asumirán un 80% frente al 20% de la máxima autoridad monetaria del bloque.
Todo muy bonito, pero Súper Mario no se olvidó de recordar a la clase política europea que los estímulos monetarios son un brindis al sol si no van acompañados de las reformas, y España es el vivo ejemplo de las bondades de la mismas.
Los efectos en mercado tardaron algo en producirse pero han sido los esperados. El euro hasta niveles de 2003, la deuda pública en mínimos históricos de rentabilidad y las bolsas en máximos históricos, multianuales o multimensuales (permiso para utilizar o crear esta palabra). Y Dinamarca ha tenido que volver a reducir los tipos de depósitos hasta el -0,20% para proteger a la corona de una apreciación excesiva.
A nivel macro destaca el PMI elaborado por HSBC para el sector manufacturero chino, el cual asciende unas décimas, pero sigue sin tocar los 50 enteros que indicarían expansión de la actividad.
Buen fin de semana y próxima parada en Atenas con la celebración de unas elecciones en clave nacional y europea este domingo.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones