Buenos días.
Si bien la caída del precio del crudo podría servir de efecto balsámico a las economías de los países importadores de la materia prima, el miedo a un entorno de estancamiento económico provoca más inquietud que alegría.
Así, Mario Draghi se apresuraba a vaticinar ayer en la reunión del Consejo de Gobierno del BCE que las próximas lecturas de inflación puedan ser significativamente menores a lo esperado, rebajando el IPC para 2016 de 1,5% a 1,1%. También se revisaban a la baja las de crecimiento del PIB, quedando en un 1,4% para 2015, un 1,7% en 2016 y un 1,8% en 2017.
No obstante, que no cunda el pánico ya que la Institución está preparada para implementar las medidas necesarias para apoyar el crecimiento europeo. Este compromiso permitía a la renta variable europea desmarcarse del resto de desarrolladas (Eurostoxx 2,2% arriba), así como experimentar el euro un movimiento de depreciación respecto al dólar.
Aun así, el plano macro también ayudaba a teñir de verde las plazas europeas. Así, las lecturas de los índices adelantados del sector servicios superaban holgadamente las expectativas, especialmente los de Alemania (54,9), Italia (54,6) y el compuesto de la zona euro (54,4). La mejor nota correspondió a España (59,6) mientras la peor la recibía Francia (50,6), que ni siquiera llegaba a lo esperado.
En EE.UU. los avances en el parqué eran ligeros, con el S&P500 arriba un 0,12% a la espera de que hoy se conozca el dato de creación de empleo no agrícola de agosto (220.000 e.) y que se entiende será un dato clave para decidir si habrá subida de tipos en septiembre o no.
Buen día.
Pablo Nortes Planas
Dirección de Inversiones