Buenos días.
De Chipre…
Esta mañana nos hemos levantado con un acuerdo de rescate para Chipre, bajo esa fórmula dotada del dramatismo que gusta tanto a los políticos: in extremis.Chipre se compromete, a cambio de los 10.000 millones de euros aportados por la troika (Unión Europea, Comisión Europea y el FMI,) a dejar de ser paraíso fiscal y fuente de jugosos rendimientos para las grandes fortunas de Rusia, Reino Unido, Grecia o Italia.
Además, se le exige cambios en la gran banca: uno de sus grandes bancos, el Banco de Chipre, reducirá su tamaño considerablemente; mientras que el otro, Laiki Bank, desaparecerá. Para ello, los depósitos por debajo de 100.000 euros del Laiki Bank serán transferidos al Banco de Chipre, mientras que aquellos por encima de 100.000 serán congelados y utilizados para resolver las deudas. El diseño de la medida esquiva el tener que ser aprobada tanto por el parlamento -puesto que el viernes pasado se aprobó una ley para la reestructuración de los bancos-, como por los Parlamentos de los estados miembros.
Pros y contras. En el lado positivo de la balanza, este rescate permite que la Eurozona sigua en pie sin que Bruselas haya tenido que desembolsar ayuda a cambio de nada a un país considerado paraíso fiscal. En el negativo, los ya conocidos fuertes ajustes a los que se tiene que someter su economía, y que la sumirá en una recesión, empeorando más se endeudamiento público a medio y largo plazo: según The Wall Street Journal la economía chipriota se contraerá un 10% o más en los próximos años.
En otro orden de cosas…
Europa toma aire tras este acuerdo de Chipre, pero para volver a contener la respiración, puesto que despeja el paso para que centremos todas nuestras miradas en Italia. Y es que comienza la cuenta atrás para que Bersani, líder del Partido Democrático, forme un gobierno estable. Bernani tiene la mayoría en el Congreso pero necesita el apoyo de algunos partidos en el Senado, entre ellos el partido del ex primer ministro Berlusconi.
Y mientras en un segundo plano, los datos macro adelantan un escenario poco halagüeño para la Zona Euro de la mano de Alemania, donde la confianza de sus empresarios (medida por el instituto IFO) registra en marzo, tras cuatro meses consecutivos de alzas, un ligero retroceso. Escenario poco halagüeño –siendo generosos- el que se espera en los próximos meses, y que aún no contemplan el efecto que el caso Chipre pueda tener sobre la confianza empresarial y del consumidor.
Miremos hacia delante, y es que esta semana, pese a ser más corta, viene colmada de referencias macro y salidas de diversos Tesoros a la captura de financiación, como es el caso del italiano, alemán y francés hoy. Veremos qué efecto tiene lo chipriota sobre el apetito de papel de los inversores, y sobre el ánimo del BCE, que hoy dará una conferencia al respecto.
Buen día,
Montserrat Formoso Fraga
Directora de Gestión