Ayer tuvimos un día bastante intenso en lo que a datos macroeconómicos se refiere. Los indicadores de actividad fueron mejores de lo esperado en Europa —tanto a nivel manufacturero como de servicios— y, sorprendentemente, nos estarían señalando que la situación no es tan mala en la región. Ese PMI compuesto de la eurozona, cercano a 48, no es sinónimo de una recesión profunda:
Fuente: Factset
La caída en los precios del gas o la normalización de las cadenas de suministro están ayudando a países como Alemania o Países Bajos. En Estados Unidos, por el contrario, los datos de actividad fueron mucho más débiles de lo que se estimaba y las nuevas peticiones de subsidio por desempleo salían por encima de lo esperado. Parece que empezamos a ver esa desaceleración que busca la Reserva Federal; recordemos que las subidas de tipos suelen tardar en tener un impacto en la economía real de entre seis y nueve meses. De hecho, en el acta de la reunión de noviembre vimos que la mayoría de los participantes consideran que una pausa en el ritmo de subidas podría ser apropiada pronto. Esto permitiría al Comité evaluar el progreso hacia sus objetivos de máximo empleo y estabilidad de precios. Y lo más importante, aumenta la probabilidad de una subida en los tipos de interés oficiales de 50 puntos básicos en diciembre.
Parte del mercado lo celebró con subidas importantes, sobre todo aquellos sectores que más están sufriendo este año (tecnología y servicios de comunicación). La rentabilidad del bono a diez años estadounidense cayó hasta situarse cerca del 3,70% y el alemán ya se encuentra holgadamente por debajo del 2% (1,91%). El euro se apreció con fuerza con respecto al dólar y lo tenemos en el entorno del 1,043.
En otro orden de cosas, el petróleo volvió a vivir otra jornada de fuerte volatilidad después de que circularan rumores de un acuerdo para ponerle tope al precio del crudo ruso. Se situaría entre los 65 y 70 dólares por barril, más o menos a los niveles a los que se está vendiendo el petróleo de los Urales ahora mismo (cotiza con unos 23 dólares de descuento frente al Brent por las sanciones). Por tanto, este acuerdo no dejaría del todo descontenta a Rusia y no supondría un fuerte cambio para la oferta global. Como consecuencia, Brent y West Texas cayeron un 4,18 y un 4,66%, respectivamente. Otro respiro para los próximos datos de inflación.
Feliz jueves.