Tan centrados estamos en si la guerra comercial, en si Italia o en si la Reserva Federal que apenas se ha hablado de que este viernes, por cierto nuestra Fiesta Nacional, da comienzo la presentación de resultados del tercer trimestre.
Y no resultaría tan importante de no ser porque el mercado necesita ver beneficios para posibilitar que las bolsas puedan seguir siendo, casi casi, el activo refugio actual.
Por otro lado está la curva de deuda de EE.UU. con las rentabilidades de los bonos en niveles en algunos casos pre-Lehmann y a todos los profesionales de la inversión con un ojo pegado a la pantalla por lo que pudiera pasar si la inflación o la Fed pierden el control sobre sí mismos. De momento, al menos respecto a lo primero no parece que vaya a ser así, dado que por más que el mercado laboral norteamericano siga batiendo récords cada mes, los salarios se empeñan en defraudar sistemáticamente.
Emergente ha sido un apellido que en las últimas semanas no ha gozado de muy buen nombre y por eso mismo el banco central de China ha rebajado el ratio de reservas con el claro objetivo de hacerle frente al debilitamiento casi total de los indicadores económicos. Y mientras, se va deshojando la margarita electoral con un claro candidato a la presidencia de un Brasil cerca de dar un vuelco ideológico.
Buen día.