Buenos días.
A punto de cerrar otra semana y a punto de cerrar otra semana negra en los mercados. El porqué de esta afirmación se resume rápido: caídas generalizadas de las Bolsas (en algunos casos a mínimos), primas de riesgo en niveles máximos, inestabilidad política en Grecia, el BCE a verlas venir mientras los periféricos pagamos por nuestros pecados pasados, y ayer por si no teníamos suficiente, la macro de EE.UU. también a la baja. Y muy importante que no se me olvide, las agencias de rating están de vuelta que ya se les echaba de menos.
Empecemos por Grecia, que al fin y al cabo es la fuente de eterna incertidumbre gracias al tercer mes de mayo consecutivo con el que consiguen atraer los temores del mercado. Mientras seguimos atónitos con las propuestas del previsible vencedor de las elecciones que pueden suponer el adiós de Grecia al proyecto europeo, ahí tenemos a las agencias de calificación crediticia jugando con la nota helena. Fue Fitch la que ayer decidió reducirla hasta la CCC, la nota previa a la quiebra, pero con todo esto me viene a la memoria esa controvertida decisión de S&P del día dos de mayo, fecha en la que decidió pasar el rating griego de Selective Default a CCC, y claro, vistos los resultados en las urnas y las propuestas de la izquierda radical se estarán preguntando si la decisión ha sido la más acertada … ¿otra más?
Para continuar ofrezco otro poco de España. El Tesoro volvía a calibrar el sentimiento del mercado con respecto a España con las emisiones a tres y cuatro años en las que se esperaba captar hasta 2.500 MM EUR. El resultado: buena colocación (2.490 MM EUR) pero a tipos lógicamente mayores en momentos en que la prima de riesgo tontea con sus máximos. No sólo tuvimos subasta de deuda, también al igual que en el caso de Grecia las agencias de rating aportaron su granito de arena vista la rebaja de la nota de 16 bancos españoles por parte de Moody´s, escudándose en puntos tan obvios como pueden ser la situación económica nacional o los problemas con la deuda.
Y entre que siguen los problemas por Europa, ahí está la inacción del BCE, que parece dispuesto a tensar la cuerda al máximo para obligar a los Estados en dificultades a acometer las tan necesarias reformas de carácter estructural. Y aquí viene lo mejor: el primer ministro británico David Cameron, el mismo que no quiso perjudicar a la City negándose a firmar el pacto fiscal y que dijo que bajo su mandato el Reino Unido nunca entraría en el euro, ahora le exige al BCE la actuación inmediata del organismo europeo para frenar la escalada de tensión en los mercados financieros, así como la emisión de eurobonos.
Últimamente la sombra de Europa es tan alargada que nos olvidamos incluso de la marcha de la economía de los EE.UU. La macro publicada ayer no fue de lo mejor que se ha visto en los últimos tiempos: el indicador regional de Filadelfia fue lo peor, retrocediendo hasta -5,8 puntos respecto a una previsión de consenso de +10, el Índice de Indicadores Adelantados caía un 0,1% frente a un incremento esperado de una décima y los subsidios semanales de desempleo llegaban 370.000 (vs 365.000e).
Buen fin de semana
Amilcar Barrios Vilallonga
Gestión de Carteras