Buenos días.
El vencimiento de futuros y opciones desvirtuó la verdadera reacción de los mercados a la decisión, acertada o no ya lo veremos, de la Reserva Federal. Lo que sí tenía que suceder pasara lo que pasara, era que se desatase un nuevo capítulo de la batalla dialéctica entre las dos facciones del FOMC, la representada por las palomas y la de los halcones. Y efectivamente ha dado comienzo sobre qué habría sido lo mejor. Parte del mensaje del jueves hacía mención a las amenazas económicas globales, coincidentes según parece con el BCE. Dos de sus miembros, Praet y Cœuré, se han expresado en este sentido, además de incidir el primero de ellos en ampliar el QE si fuera necesario.
La atención también estaba situada en Grecia, donde, cosas del destino, Alexis Tsipras, en su condición de negociador y firmante del tercer rescate, ha pasado de ogro a cumplir con la bendición de los mercados. La nueva composición del Consejo de los Helenos variará poco más allá de eliminar al ala más radical de la propia Syriza, con lo que se espera ganar en tranquilidad y estabilidad institucional para con ello poder contribuir a sacar al país de una crisis gravísima, que a punto ha estado de provocar una amputación en la Unión Europea.
Previo a esto, la revisión de la calificaciones crediticias soberanas había pasado por Europa en una nueva demostración de que la implementación de reformas estructurales, aunque dolorosa, aumenta la muy necesaria confianza de los acreedores. Moody´s ha elevado con perspectiva estable la nota de Portugal, todavía en la categoría de lo conocido como «bono basura», gracias a la recuperación económica de dicho país, mientras que la ya conocida debilidad de Francia ha llevado a un nuevo recorte de rating por parte de S&P. Y a esto añadamos el entrar en la recta final previa a la celebración de las elecciones catalanas, cotizadas en el mercado a consecuencia del riesgo político.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones