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31/05/2019 AUTOR: Salomé Bouzas Morning meeting

«No digas que no te lo advertimos»

“No digas que no te lo advertimos”. Esta es la frase de Pekín a Donald Trump ahora que se han plantado tras las muchas tarifas establecidas y amenazas vertidas por el presidente americano.

Y es que muchas empresas americanas se pusieron a temblar cuando vieron peligrar el suministro de las tierras raras de las que China es el principal exportador. ¿Pero qué son estas tierras? Pues ni más ni menos que elementos magnéticos, muy difíciles de encontrar en estado puro e indispensable para la producción de dispositivos tecnológicos. Si hace unos días eran las compañías de calzado deportivo las que enviaban una carta a Trump para que dejase a sus productos fuera de la lista de tarifas, veremos si no son ahora las compañías tecnológicas las que se vean obligadas a ejercer presión sobre el presidente. Aunque el órdago chino también debe tener en cuenta que su PMI manufacturero se encuentra en niveles de contracción.

En cualquier caso, ayer el foco de atención de Washington se dividió y miró también hacia México. Aunque parecía que el UMSCA (antiguo NAFTA) cerraba el enfrentamiento con el país centroamericano, la política de inmigración se metió ayer en el medio. Así, será ahora el sector del automóvil el que pueda tener que asumir aranceles en el caso de que López Obrador no sea más firme en el control de la frontera con Estados Unidos. Trump se piensa que todo se arregla con dinero. Y su legislatura está más cerca del final que del principio sin ninguna victoria más allá de la (ya por muchos olvidada) reforma fiscal.

Y mientras tanto, la Reserva Federal intentando mantenerse ajena a todo este caos. Ayer conocimos los niveles de precios medidos por el PCE (índice de precios americanos), en su versión subyacente, que se encontraba tres décimas por debajo de lo esperado, estableciéndose en el 1%. Los que querían más subidas de tipos para evitar un repunte de la inflación, van a tener que esperar sentados. De hecho, el consenso ya descuenta dos descensos en la tasa de referencia este mismo año. Y nos pagan más por la deuda a 1 año que por ella a 10.

Finalmente, no podemos irnos sin mencionar el -0,20% de rentabilidad del bono alemán a 10 años. A este ritmo, la tasa de depósito del BCE nos parecerá atractiva. Leer informes que dicen que desde finales del 2018 se ha incrementado en un 90% la cantidad de emisiones con rentabilidades negativas desmotivan y mucho. Siempre nos quedará Italia.

Buen fin de semana.

Mª Salomé Bouzas Romero
Dirección de Inversiones

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