Buenos días.
A una semana de que dé comienzo agosto, tradicional mes de vacaciones aquí por la Península, y de volatilidad en todos los mercados financieros mundiales, nada mejor que poder disfrutar de una reunión de la Reserva Federal. Ésta, que comienza mañana, sin duda alguna es determinante para tratar de averiguar las intenciones del FOMC en septiembre, dado que, aunque ligero, es altamente probable que un movimiento de los tipos oficiales marque un punto de inflexión en los mercados.
Pero hoy la primera noticia del día ha sido el desplome de la Bolsa china. Para ser exactos el 8,5% que ha perdido Shanghai, la mayor caída desde 2007. Esto se ha producido en medio de un nuevo espesor sobre la incertidumbre del alcance de las medidas de la autoridades para frenar las presiones bajistas sobre una plaza que ha vivido una subida muy vertical. Y también en mitad de la recomendación del FMI de quitarle los ruedines a la bolsa al más puro estilo liberal clásico algo modificado: dejar hacer, dejar caer.
La sesión macro del viernes no fue digna de recordar en ninguna de la dos orillas atlánticas. En EEUU porque la venta de vivienda nueva cedió a pesar de la buena tónica de todos los indicadores del sector, mientras que en Europa fueron los PMI los que defraudaron ligeramente. El agregado de la zona euro se quedó por debajo de las previsiones y del dato anterior, tanto por culpa de Alemania como de Francia, aunque en el fondo la crisis griega parece ser el origen de todos estos males.
Buen día,
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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