Habemus impeachment. Tras mucho ruido y pocas nueces, ayer el partido demócrata presentaba cargos formales contra el presidente: abuso de poder y obstrucción al Congreso.
Ambos relacionados con el escándalo que involucraba presiones al presidente de Ucrania para que investigase las actividades de Joe Biden (rival político de Trump) y familia en el país balcánico. Así, Donald Trump será el cuarto mandatario americano en enfrentarse a este proceso en la historia del país. No obstante, si, como hemos dicho, hasta ahora solo hemos oído mucho ruido, lo que viene simplemente será más de lo mismo, pues aunque el Congreso lo condene, deberá ser ratificado por el Senado, donde el partido republicano tiene mayoría. Es decir, que no lo sacan del despacho oval ni con agua caliente.
Mientras esto sucede en el Capitolio, en la Casa Blanca están apurando sus tiempos en otro juego. Ayer se difundía a través del Wall Street Journal la disposición de Estados Unidos a retirar los aranceles a productos chinos que entrarían en vigor a partir de este domingo, lo que facilitaría mucho la llegada a un primer acuerdo. Pero es que en este cuento ya hemos escuchado de todo: desde que faltan flecos hasta que se pospone a después de las elecciones norteamericanas. Por lo tanto y con respecto a este asunto de la firma, hasta que no lo vea no lo creo.
Por no salirnos del círculo político, el Reino Unido se acerca inexorablemente a mañana (de Perogrullo). Como aprendimos en la votación del brexit, las encuestas pueden no servir absolutamente nada, por lo que habrá que estar preparados para cualquier desenlace. Al parecer, la ventaja del partido conservador habría disminuido de forma muy relevante en las últimas semanas y podría complicar la salida de la Unión de la forma en la que la pactó Johnson. En cualquier caso, tras haber vivido en este circo durante tres años, ya estamos curados de espanto para lo que sea que suceda.
Antes de despedirme, ayer fue el primer día en el cole para Aramco, la compañía cotizada más grande del mundo. En la sesión, las acciones avanzaban un 10%, valorando a la petrolera muy cerca de los dos billones de dólares que esperaban en Arabia Saudí. De todas formas no deja de ser casi un capital privado de libro, pues el free float de la compañía no superará el 1,5% del total de las acciones.
Buen día.