Parece que a los europeos nos van los problemas y, si no existen, ya se encarga alguno de crearlos.
Ayer, el presidente del Bundesbank y favorito para sustituir a Mario Draghi al frente del BCE, Jens Weidmann, comentaba en un discurso que considera que no es irreal la estimación de los mercados de que habrá una primera subida de los tipos de interés en la eurozona a mediados de 2019. Sus comentarios provocaron un repunte del euro hasta 1,25 dólares, motivo de alegría para los que viajen fuera de la zona euro durante la Semana Santa, pero que perjudica a las empresas de una economía tan exportadora como la europea.
De hecho, las bolsas del viejo continente, tras iniciar la jornada en números verdes terminaban con pérdidas por cuarta jornada consecutiva. Asimismo, las caídas se ampliaron por las crecientes tensiones entre las potencias occidentales y Rusia, avivadas por las expulsiones recíprocas de diplomáticos. Mientras, en Estados Unidos las expectativas, alentadas por The Wall Street Journal, de que el giro proteccionista en la política comercial de Estados Unidos podría ser más selectivo respecto a los productos chinos que lo que se temía, impulsaba a los índices a registrar la jornada más alcista desde la elección de Trump como presidente. Ahora el escenario base de los inversores es que el gigante asiático estaría dispuesto a intentar una reducción del elevado déficit comercial de EE.UU., pudiendo aumentar sus compras de semiconductores y facilitar la entrada de capital norteamericano en sus empresas.
Por último, destacó el comportamiento del bono soberano español. El cual disfrutaba de la segunda mejora de calificación crediticia en el año y registraba un mejor comportamiento que sus pares.
Durante la jornada de hoy, las principales noticias serán las encuestas de confianza, tanto en la eurozona como en Estados Unidos, así como las ventas minoristas alemanas.
Buen día.