Las principales referencias bursátiles europeas y americanas cerraron la sesión de ayer sin grandes variaciones en una jornada en la que estas se movieron en un intervalo estrecho de precios. La volatilidad fue cortesía de la pequeña banca americana y, en particular, de la entidad californiana PacWest, que hizo publico que la semana anterior perdió casi el 10% de los depósitos de sus clientes, aunque todavía cuenta con 15.000 millones de dólares de liquidez para hacer frente a estos reembolsos. En este sentido, en el Viejo Continente, el Ibex 35 se revalorizó un 0,16%, el Euro Stoxx 50 un 0,07% y el DAX cedió un 0,39%. Por el lado estadounidense, el ganador fue el Nasdaq, que se alzó un 0,18%, mientras que tanto el S&P 500 (-0,17%) como el Dow Jones (-0,66%) cedieron algo de terreno.
En el ámbito macroeconómico se publicaron los índices de precios del productor (IPP) y las peticiones de subsidio por desempleo. El primero de ellos se podría interpretar como un adelanto de las cifras de inflación, puesto que miden la variación del coste de los inputs que emplean las compañías para producir sus bienes o servicios. La lectura general se situó en el 2,3% vs. el 2,5% estimado, lo que hace presagiar que la actuación de la Reserva Federal en materia de tipos de interés está empezando a surtir efecto. Sobre todo, si nos fijamos en un indicador retrasado como sería el mercado laboral. Es cierto que este continúa muy fuerte y que la tasa de paro (3,4%) es la más baja de las últimas décadas. Sin embargo, ayer se volvieron a publicar las solicitudes de subsidio para el desempleo o, lo que es lo mismo, una aproximación de la evolución del paro semanal, la cual mostró una ralentización de este mercado (264.000 vs. 245.000 estimado).
Entrando en materia de política monetaria, que ya tiene su propia sección, el Banco de Inglaterra (BoE) volvió a subir sus tasas de referencia en 0,25% hasta el 4,5%, la más alta de los últimos quince años. Quizá esto no es noticia, porque el mercado ya lo había descontado, sino más bien que sus representantes dejaron la puerta abierta a seguir subiendo los tipos si fuese necesario, especialmente en una economía con una inflación del 10,1% y que no termina de ceder. Al otro lado de la balanza se situó China, que presentó una evolución de los precios (IPC) más saludable (0,1%) y un crecimiento estimado del 5,0%, lo cual hace presagiar que no será necesario que su banco central actúe para dinamizar su economía.
Los mercados de deuda sirvieron de refugio para los inversores, especialmente, tras la noticia de PacWets mencionada anteriormente. Se lanzaron a comprar papel gubernamental sin importarles el vencimiento, lo que conllevó una reducción de la rentabilidad exigida a la deuda alemana y a la estadounidense a lo largo de toda la curva. Comportamiento opuesto al del crédito, el cual experimentó una ligera ampliación de los diferenciales para todos los grados de inversión.
Finalmente, hoy tendremos una jornada cargada de publicaciones macroeconómicas. En el Reino Unido verá la luz la primera estimación del PIB del primer trimestre, a la vez que en Francia y España lo harán las cifras de precios finales del mes de abril. Por la tarde, en EE. UU. tendremos el índice de confianza de los consumidores que efectúa la Universidad de Michigan y que puede servir como termómetro para ver qué piensan los yanquis “de a pie” de la crisis de confianza del sector financiero.
Feliz viernes.