Si hace una semana más de la mitad de los encuestados pensaban que la próxima reunión de la Reserva Federal bajaría los tipos en otro 0,5%, ahora mismo hay más gente que piensa que el día 7 de noviembre los tipos se mantendrán en el rango 4,75% – 5% actual que los que piensan que se situarán en el 4,25% – 4,5%. Y todo por unos datos de empleo norteamericanos que antes de verano no hubieran sorprendido a nadie.
Mirando un poco más en detalle, el informe de nóminas no agrícolas de septiembre de EE.UU. nos mostraba la creación de 254.000 puestos de trabajo frente a los 150.000 esperados y los 159.000 anteriores, que habían sido revisados al alza desde 142.000. Por tanto, fueron unos datos sólidos y revisiones al alza de meses anteriores, ya que las cifras de julio también aumentaron de 89.000 a 144.000. Parece que no estaban tan mal. Además, las nóminas se han acelerado en los servicios, sobre todo en educación y salud (de 60.000 el mes anterior a 81.000) y ocio-hostelería (de 53.000 a 78.000). Los datos se mantuvieron sólidos en el sector público, pero con cierta moderación (de 45.000 a 31.000). Asimismo, los sectores cíclicos se han recuperado en términos de creación de empleo: comercio (de -5.000 a +13.000), comercio minorista (de -9.000 a 16.000) y servicios empresariales (de -4.000 a 17.000).
El crecimiento de los salarios se mantuvo sostenido (0,4% intermensual tras 0,5% intermensual) y aumentó un 4% interanual (3,9% interanual mes anterior). Con todo, la tasa de desempleo ha disminuido del 4,22% del mes anterior al 4,05%. Resumiendo, el mercado laboral da signos de mayor fortaleza que en los meses anteriores y los riesgos de recesión parecen de nuevo remotos. La Fed no debería tener prisa por relajar aún más sus tipos de interés.
Con todo, nuevas subidas de los mercados. Las noticias macro ayudaban a que las acciones de gran capitalización se anotaran su cuarta ganancia semanal consecutiva, a pesar de las crecientes tensiones en Oriente Medio y la huelga de trabajadores portuarios en los puertos marítimos del este, que ya ha terminado. Si bien pesó sobre la confianza en general, la perspectiva de una guerra más amplia en el Medio Oriente provocaba un repunte de los precios del crudo a máximos en más de un mes, beneficiando a las acciones energéticas. En el día, los mercados americanos cerraban al alza: Dow Jones +0,8%, S&P 500 +0,9%, Nasdaq +1,22 y Russell 200 +1,5%. Y algo peores, dentro de los números verdes, en Europa: Eurostoxx 50 +0,68%, Dax +0,55%, Ibex +0,35%.
Pero donde de verdad se notaron las cifras de creación de empleo fue en el tipo de cambio euro/dólar y en la cotización de los bonos. En el primer caso, el cruce perdía el 1,1 y cerró en el 1,0976, después de haber llegado a cotizar a 1,104 en el día. En el segundo caso, la rentabilidad del bono a americano a diez años escalaba hasta el 3,97% y el alemán hasta el 2,21%. Además, el dos años americano ha saltado hasta el 3,89% y vuelve a aplanarse la curva. Por su parte, el mercado continúa exigiendo una menor rentabilidad al español que al francés, aunque ambos estén por debajo del 3%. Por último, el oro se mantiene intratable y se acerca poco a poco a los 2.700 dólares la onza, que rozó el martes.
Además de las noticias del mercado laboral, también influía el hecho de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, se dirigió a la Asociación Nacional de Economistas de Negocios esta semana, comentando que el FOMC (rama del banco de la Reserva Federal responsable de tomar las decisiones de política monetaria a corto y largo plazo) «no tiene prisa por recortar los tipos rápidamente». Powell dijo que el escenario base de la Fed, si la economía evoluciona como se espera, sigue siendo dos recortes de un cuarto de punto antes de que termine el año. Agregó que no es necesario que haya un mayor enfriamiento en el mercado laboral para lograr el objetivo de inflación del 2% del banco central. También ayuda que las recientes revisiones al alza del PIB eliminan algunos riesgos a la baja para la economía. En general, los mercados interpretaron los comentarios como agresivos y redujeron moderadamente las expectativas de recortes de tipos.
Esta semana conoceremos las cuentas de resultados de los principales bancos americanos, así como el IPC de septiembre de EE.UU. Además, estaremos pendientes del comportamiento de la bolsa china tras la semana festiva y sobre todo después de las cifras con las que cerró septiembre. Pero por desgracia, todos los ojos estarán puestos en la guerra de Israel-Gaza-Líbano y en la escalada de su conflicto con Irán y Yemen.
Buena semana.