Por más que lo quiera ocultar, el mercado no ha recibido de buena gana la rebaja del rating chino, que remueve los miedos al exceso de apalancamiento del sector público-privado del gigante.
Pero tenía la suerte ayer de que se publicaban las actas de la última reunión de la Reserva Federal, a partir de las que los inversores ya están cotizando al 100% una subida de tipos para junio. Ciertamente no fue el único mensaje significativo, pues también se muestra la unanimidad que existe sobre la necesidad de reducir el balance del banco central. Esa misma unanimidad que se ha evaporado respecto a si las lecturas más o menos a la baja de los indicadores de precios más recientes son puntuales, o si nos están diciendo algo más.
Seguramente por el impacto de las actas de la Fed es por lo que las no novedades del BCE pasaron relativamente inadvertidas. También es verdad que Mario Draghi se alineó con el mensaje oficial que dice que el QE y los tipos cero y negativos han sido un éxito sin paliativos capaces de suavizar las consecuencias de la crisis. En resumen, nada nuevo. Sin embargo sí que hizo una advertencia que debería ser por lo menos tomada en cuenta, pues alerta de lo que podrían sufrir los mercados financieros en un entorno contrario, tanto por la vía de unos bonos sin rentabilidad como por la de unas bolsas que pagan al cero la volatilidad.
Por su parte, los ciudadanos de a pie de Alemania se siguen empeñando en demostrar que tienen criterios propios para evaluar el estado de la economía y dejar al margen, que es donde muchas veces debe estar, la política. Así se lee el máximo desde 2001 alcanzado por la confianza de los consumidores Gfk, sólo un día después de que la confianza empresarial IFO rompiera nuevos máximos desde que se calcula.
Terminamos recordando que hoy se celebra la reunión de la OPEP en la que se supone que ya se ha vendido todo el producto. Habrá apretón de manos para mantener los recortes de producción con el objetivo último de subir los precios (o eso dicen)… pero sin contar con el techo que marca el shale norteamericano, cuando no las proposiciones de Trump de vender inventarios.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones