Jornada de transición la vivida ayer en los mercados, con los inversores esperando a que se produzca la reunión, que hoy empieza, del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal americana. Lo cierto es que el consenso descuenta una probabilidad del 100% de que Jerome Powell baje tipos, siendo la incógnita en qué medida lo hará: si 25 o 50 puntos básicos. Tras la publicación de los datos de crecimiento, consumo o actividad del sector servicios conocidos la semana pasada, vemos difícil que el movimiento sea el segundo. Y el primero será porque más vale prevenir que curar, no por necesidad.
Al otro lado del mundo ya tenemos noticias del Banco de Japón. Allí el resumen es que todo sigue igual, que continúan tratando de alcanzar su objetivo de inflación con las mismas herramientas que hasta ahora, pero que podrán ampliarlas en caso de ser necesario. Me imagino una sala llena de gente tremendamente ingeniosa pensando en nuevos estímulos para un organismo que ya compra hasta acciones, siendo uno de los principales accionistas de muchas compañías del país. ¿El helicóptero monetario, quizá?
Viajamos de Tokio a Londres, pues Boris Johnson lleva unos pocos días al frente del gobierno británico y ya ha conseguido que la libra caiga a niveles no vistos desde mediados de 2017. ¿La causa? Las amenazas de un brexit duro en octubre si la Unión Europea no deja de enrocarse en que el plan firmado con Theresa May es el único posible.
Para acabar, la temporada de presentación de resultados corporativos seguirá su curso, teniendo hoy como estrella invitada a Apple, la cual espera haber vendido iPhone suficientes para contentar a los analistas. Pero también habrá que prestar atención a Pfizer, Procter & Gamble, Merck o Mastercard en el parqué neoyorquino; a L’Oreal, a Bayer o BP en Europa; y a Enagás, Ferrovial o Siemens Gamesa en la Plaza de la Lealtad.
Buen día.