Buenos días.
El mercado lleva semanas apostando a favor de más gasolina por parte del BCE porque la inflación no es un problema tanto como si lo puede ser la falta de la misma. Se pueden seguir reduciendo los tipos de interés o de depósito, o incluso comprar más deuda cada mes, pero seguir quemando dinero no garantiza presión en precios y crecimiento. Ahí está Japón para demostrarlo. Más que de las acciones de los bancos centrales, quizás los inversores debieran ejercer la misma presión, pero sobre los gobiernos para que de una vez adopten las medidas que, aunque políticamente costosas, son imprescindibles para que haya crecimiento el día de mañana.
Hoy se habla de Europa, aunque no debe faltar mucho para que la Fed vuelva a copar el lugar que le corresponde. El informe de empleo correspondiente a febrero volvió a dejar en nada las previsiones, pues se han creado casi 50.000 puestos más de los esperados, además de revisarse al alza los anteriores. Esto se ha complementado con una nueva subida de la tasa de participación, paso necesario para hablar de fortaleza laboral y que los salarios no bajen, como sí han hecho el mes pasado. Por otro lado, la balanza comercial sigue demostrando que el efecto dólar y la débil salud de sus socios comerciales sigue donde estaba.
Otro punto caliente es China, crezca más, menos o en la línea. La reunión anual del PCCh ha confirmado crecimientos en la horquilla del 6,5-7%, unas cifras que en Occidente levantan bastantes dudas. Lo que sí es contrastable, siempre y cuando creamos en el PBoC, es que las reservas de divisa cayeron en otros casi USD 100.000 MM. China, como gran consumidor de petróleo que es, y con la economía sufriendo la desaceleración que está y tenía que sufrir, no terminará de recibir con alegría las declaraciones del ministro de eEnergía de Rusia, según las cuáles los productores tienen previsto reunirse para afianzar el acuerdo de congelación de extracción.
Buen día
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones