Buenos días.
Mismas palabras pero diferente sentimiento respecto al mensaje del BCE de ayer. Si antes el desgastado «actuaremos en caso de que sea necesario» servía como excusa a los inversores para deshacer posiciones en renta variable ante la falta de contundencia para atajar el problema de la débil inflación que atemoriza a la zona euro, ayer encontramos una versión que, sin abandonar el clásico mensaje, daba un deje más «dovish» de lo habitual.
Así, Mario Draghi grababa en piedra un mensaje proactuación en caso de que el actual programa de compra de bonos garantizados, ya iniciado y que llevará al balance del BCE a niveles de 2012, no sea suficiente o que las expectativas de incremento de precios en la región se deterioren. No obstante, la unanimidad por parte de todos los miembros del consejo de tomar nuevas medidas en caso de ser necesario era lo que más gustaba a los mercados, a la vez de concretar, en mayor medida, el volumen del programa actual.
La reacción de los mercados fue tímida en la renta variable, con índices de Centroeuropa subiendo cerca del medio punto porcentual y periféricos cerrando en negativo, pero hacía caer con fuerza a la moneda única a niveles mínimos de dos años.
De la mano del Banco de Inglaterra no tenemos novedades, dejando el tipo de interés de referencia en el 0,5%, así como su programa de compra de activos en GBP 375.000 MM.
Del otro lado del Atlántico el buen dato de peticiones de subsidio por desempleo así como el aumento de la productividad en el tercer trimestre animaba a los índices norteamericanos a continuar su andadura por encima de los 2.000 cerrando en nuevos máximos históricos al final de la sesión.
Buen día.
Pablo Nortes Planas
Dirección de Inversiones
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