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13/05/2021 AUTOR: Tressis Análisis & Inversiones

Mantener a raya las emociones

En tiempos de incertidumbre como los que estamos viviendo, que además se agudizan con situaciones personales difíciles, comprobamos que podemos tomar decisiones impulsivas o equivocadas en el momento de invertir.

Detrás de esta afirmación hay toda una escuela de pensamiento, la economía conductual, que ha sido galardonada con dos premios Nobel (Kahneman en 2002 y Thaler en 2017), y que cuenta además con académicos del renombre de Benartzi o Ariely, siendo este último quien publicó el trabajo que da nombre a este artículo.

Las reacciones emocionales ante los eventos de mercado son perfectamente normales y, por ello, los inversores deberían esperar sentirse nerviosos cuando hay caídas relevantes, o sentir miedo a lo desconocido. Pero son las acciones llevadas a cabo durante dichos períodos las que marcan la diferencia entre el éxito de la inversión y las pérdidas.

Para mantener a raya las emociones, hacemos tres recomendaciones:

Trazar un plan y mantener la disciplina.

Crear y ceñirse a un plan de inversión, construido concienzudamente, es una manera de evitar decisiones de inversión fruto del miedo, particularmente cuando los mercados caen. El plan debería tomar en consideración los siguientes factores:

  • Definir nuestra tolerancia al riesgo como soporte estratégico de nuestra asignación de activos a largo plazo.
  • Establecer las bandas para nuestra asignación táctica, que limiten nuestra discrecionalidad, y aquellos indicadores objetivos para movernos dentro de ellas.
  • Seleccionar para cada clase de activo gestores especialistas que nos permitan batir al mercado con un riesgo equivalente, y adicionalmente que los gastos de su gestión justifiquen el resultado final.

Tener una cartera bien diversificada.

Una cartera que, además de acciones, contemple duración, crédito o divisa ni garantiza beneficios ni asegura que las inversiones no van a perder valor, pero sí reduce el riesgo. Si la cartera está bien diversificada, se mitigará su volatilidad, pues ni la rentabilidad va a alcanzar máximos en ninguna inversión de forma individual ni tampoco va a tocar mínimos.

Para los inversores que quieran evitar algo de estrés durante las caídas de los mercados, la diversificación puede ayudarles a reducir la volatilidad.

Tener siempre presente cuál es nuestro horizonte de inversión.

La economía conductual nos muestra que los eventos recientes tienen una gran influencia en nuestras percepciones y decisiones. Por ello, cuando las bolsas caen, es importante mantener una perspectiva a largo plazo. Aunque las acciones suban y bajen en el corto plazo, tienden a recompensar a los inversores en largos periodos de tiempo.

La volatilidad pondrá a prueba nuestras creencias de inversión, pero el que nuestro asesor esté cerca de nosotros y nos traslade un marco claro en el que confiar nos ayudará a trazar una estrategia de inversión racional.

En Tressis estamos a su lado para resolver sus dudas, analizar su cartera de inversión y proponerle soluciones a medida. Consúltenos sin compromiso.

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