Ayer se daban a conocer unas buenas cifras semanales de empleo en Estados Unidos.
La deuda pública de Estados Unidos cerró con pocos cambios; sin embargo, los bonos a largo plazo vivieron un repunte de rentabilidades tras los datos positivos del mercado laboral. No obstante, los datos de cierre del día no muestran la volatilidad que vivimos a lo largo de la jornada y que volvía a provocar nerviosismo entre los inversores de renta variable. Desde hace unas semanas venimos asistiendo a un continuo aumento de las rentabilidades de la deuda pública ante la posibilidad de que veamos un repunte de la inflación. Además, los mensajes continuistas de los diferentes bancos centrales no han terminado de convencer a todos los inversores y, por ejemplo, ayer los bonos británicos respondían con un fuerte repunte de rentabilidades a la negativa del BoE de aumentar los volúmenes de compra de activos o poner los tipos de interés oficiales en niveles negativos. Además, empeoró las previsiones de crecimiento para este trimestre y el conjunto de 2021.
Hoy, el día vendrá marcado por los datos de empleo de enero de Estados Unidos, un dato que mensualmente acapara la atención de los inversores, pero que ha ganado incluso más importancia de la que ya tenía desde el inicio de la pandemia. Unos buenos datos podrían ayudar a mejorar las previsiones económicas de la primera economía del mundo tras un cuarto trimestre de 2020 en el que el consumo privado no tiró tanto como se esperaba. En cambio, si las cifras no cumplen con las expectativas, podrían borrar de un plumazo todos los avances, o al menos parte, que hemos visto durante la semana.
Buen fin de semana.