No ha sido éste el fin de semana más prolífico de los que se recuerdan en términos de mercados y economía.
Pero bien distinta es la película cuando nos referimos al «politiqueo» nuestro de todos y cada uno de los días, pues los dos ojos de todo el mundo están puestos en cómo evolucione el futuro de Francia, donde al menos por el momento, el euroescepticismo choca contra la barrera del pragmatismo a izquierda y derecha.
El otro punto caliente europeo, llegado más o menos por sorpresa, sigue girando en torno a Grecia y un futuro de insolvencia y pocas perspectivas de cambio. Y es que la postura de Alemania respecto a la posibilidad de realizar una quita no cambia (en año electoral) por más que el FMI lo siga considerando una necesidad, por lo que, con posturas enfrentadas, enquistamiento a la vista.
O ha cogido vacaciones, o han recomendado poner en práctica la moderación o hay mucho trabajo que hacer, porque el twitter de Donald Trump no ha ardido a lo largo de estos días, si bien la próxima comparecencia del presidente ante el Congreso nos puede dejar nuevos incendios más allá de confirmar que la frontera sur del país seguirá con un muro que ya lleva muchos años en pie.
Los inversores estarán especialmente atentos (en el control del Congreso a Trump) a todo lo que rodea la neblina de la política fiscal, así como a comprobar si prosiguen los ataques a la Reserva Federal, dubitativa sobre el mejor momento para una subida de tipos descontada por todo el mercado. Precisamente en ese sentido, el viernes se publicaba un dato de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan todavía alrededor de niveles máximos, mientras que la venta de vivienda nueva, por debajo de lo esperado, no hacía ningún daño.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones