Buenos días.
Los mercados reaccionaron con fuertes caídas a la multitud de malas noticias que fueron recibiendo desde distintos puntos: la resaca de las elecciones americanas, las previsiones económicas de la CE y el impacto de la crisis en Alemania, tensión por lo ajustado de la votación en el Parlamento griego de los recortes y malos datos macro también en Europa.
Que Europa tiene un largo camino por recorrer nadie lo pone en duda, pero las pésimas previsiones dadas ayer por la Comisión Europea resultaron una losa demasiado pesada con la que lidiar. ¿Cuáles han sido los principales puntos de este informe? Revisión (muy) a la baja de las expectativas de crecimiento de algunos Estados, incumplimiento de las metas de déficit en otros tantos y tasas de paro superiores a los niveles en los que ya se encuentran. Total, todo peor de como está. No sólo fue esto, Alemania también saltó a los titulares, pero esta vez no fue por las negociaciones con algún miembro europeo en apuros, sino por unas palabras de Mario Draghi, en las que aseguraba que la locomotora europea finalmente ha sucumbido a la crisis de deuda de toda la región.
Tras un primer momento de tranquilidad por no producirse cambios en la presidencia de EE.UU., esta sensación se tornó en algo de angustia por ver cómo precisamente nada había cambiado. El riesgo de “fiscal cliff” (precipicio fiscal) es el mismo y de ahí las palabras de Obama haciendo los clásicos llamamientos poselectorales a la unidad, el diálogo y el todos a una. Palabras que a estas alturas no dicen nada a no ser que se tornen en hechos.
Grecia era el tercer factor desestabilizador en la jornada de ayer miércoles. La votación en Atenas se presumía muy ajustada (insisto en que eso al mercado no le gusta nada) y efectivamente así ha sido pero lo que más temor producía era la fuga de socios de gobierno y diputados afines al mismo a las filas del no: 153 votos a favor de los nuevos recortes y 128 en contra.
Al igual que sucediera en el día de ayer, hoy tenemos un día cargado de citas relevantes. El BCE y el BoE (Banco de Inglaterra) tienen su reunión mensual, no esperándose novedades en ninguna. Si será interesante, sin embargo, estudiar las palabras del presidente del banco europeo a cuenta de la evolución de la crisis en la ZE, así como comprobar si muestra algo de luz de cara a la reunión de diciembre. Además tenemos cita con el Tesoro, que con las emisiones a tres, seis y veinte años, aspira a cerrar las necesidades de financiación para el presente año. Por último comentar que ya ha dado comienzo el Congreso del PC de China del que saldrá la nueva hornada de líderes del gigante asiático sin que se esperen grandes novedades.
Buen día
Amílcar Barrios Vilallonga
Gestión de Carteras