Ni el brexit ni los resultados de los bancos americanos fueron capaces de doblegar el sentimiento alcista con el que han empezado el año los inversores.
Ganas de corregir la sobrerreacción del último trimestre de 2018.
Durante la jornada de ayer, el anuncio de nuevos recortes de impuestos en China relanzaba al mercado, así como la mayor inyección de liquidez a corto plazo a los bancos en 24 horas, unos 83.000 millones de dólares. Mientras, la subida de precios de Netflix animaba las tecnológicas americanas, en un día en el que los bancos se quedaban atrás por las cuentas presentadas por JP Morgan y Wells Fargo.
La noticia vino al final de la jornada, cuando el Parlamento británico no aprobó el acuerdo de May para el brexit, pero eso no provocó ninguna reacción relevante, ni siquiera en la libra. Tampoco torció el renovado espíritu el dato de crecimiento alemán del año pasado, que se sitúa en mínimos desde 2013. Lógico teniendo en cuenta que la locomotora europea se ha enfrentado a la crisis del sector auto con el cambio de las normativas sobre emisiones y la incertidumbre provocada por la guerra comercial. Ni el nuevo toque BCE a la banca italiana a cuenta de la falta de limpieza de sus balances.
Lo que sigue sorprendiendo negativamente y no tiene visos de mejora a corto plazo es la inflación en Europa. A pesar de los repuntes del precio de la energía.
Buen día.