Si la semana pasada fueron los bancos centrales los que centraron la atención de los inversores, esta estará marcada por los datos de inflación de las principales economías, así como el índice ZEW en Alemania y el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan.
Pero repasemos lo que pasó el viernes pasado, que fue mucho y muy importante. La semana terminó con nuevos máximos en los principales índices de Wall Street y en Francia. Por su parte, el precio del petróleo ha retrocedido hasta el entorno de los 82 dólares, lo que permite evitar ciertas preocupaciones sobre la inflación. En los mercados de renta fija continúan con su particular rally tras la decisión del Banco de Inglaterra de no subir tipos el jueves pasado y del Banco Central de Australia de retrasar una posible subida a 2024 cuando parecía inminente.
La creación de empleo norteamericano en octubre superó las expectativas, aumentando a su ritmo más rápido desde julio, y, además, se revisó al alza el dato de septiembre. Es importante destacar el aumento de los salarios. La caída de las tasas de infección y el fin de las prestaciones federales de desempleo probablemente contribuyeron a un repunte de las ganancias laborales en el ámbito del ocio y la hostelería. Además, el aumento de las contrataciones en el sector manufacturero, el transporte, el almacenamiento y la construcción sugiere que los cuellos de botella en los sectores de bienes pueden estar disminuyendo. Todo un respaldo para los economistas más optimistas y que esperan un fuerte crecimiento económico durante el último trimestre del año.
En cambio, en Europa conocíamos varios datos que no nos dejan tan contentos. La producción industrial alemana sigue un 9,5% por debajo del nivel anterior a la crisis sanitaria, y la mayoría de los sectores siguen sufriendo problemas de abastecimiento. Tampoco el dato francés era positivo y las ventas minoristas de la eurozona retrocedían durante septiembre de manera sorprendente.
Por cierto, hace un año que se descubrió la vacuna y el 40% de la población mundial no ha podido recibir ninguna dosis. Esperemos que las nuevas píldoras mejoren la distribución de la medicación a nivel global.
Buen día.