El tomate de las negociaciones en Alemania y EEUU es suficiente para mantener entretenidos a los inversores, especialmente a los estadounidenses que hacen puente esta semana por Acción de Gracias.
Las únicas novedades en ambos asuntos son, por un lado los juegos de poder entre los distintos partidos alemanes, y por el otro el ejercicio de fe que están realizando los republicanos para aprobar en el Senado una reforma fiscal que ni se parecerá a la original ni muy posiblemente podrá salir adelante en tan poco tiempo.
También es un pasatiempo asistir a la cascada de declaraciones intencionadas respecto a la evolución futura del precio del petróleo. Y es que con la reunión de la OPEP a la vuelta de la esquina, en la que previsiblemente se apoyará la extensión de los recortes de producción, los petroestados ya han empezado a vender la piel del oso, conscientes o no de que los competidores tienen todo preparado para volver a tirar abajo los precios.
Visto esto, lo único que queda del calendario macro y micro de la sesión de ayer lunes son un par de indicadores económicos que reafirman la marcha global actual. A pesar de crecer por encima de lo esperado, los precios de producción alemanes no son todavía lo suficientemente fuertes como para impulsar la inflación general. Además está la fuerte subida del índice norteamericano de indicadores adelantados, pero que viene explicado por la anomalía de los huracanes, de tal manera que sí, el futuro de la actividad de EEUU es positivo, pero no tanto como refleja este indicador.
Buen día.