Buenos días.
Después de una apertura semanal en la que ni España ni el petróleo dieron argumentos favorables, los inversores, porque toca o porque hay algo que lo soporta, han preferido tirar para arriba. Y eso que precisamente ni en España tiene pinta de que vaya a haber un acuerdo rápido y duradero, ni que el petróleo ha sido capaz de revertir una tendencia negativa en precio. Bien es cierto que los rumores de estímulo en China son alguno de los factores con los que hacer de contrapeso a todo lo negativo.
También hay que contar con los fundamentales propios de los mercados, como por ejemplo los macroeconómicos. El PIB del tercer trimestre de EEUU ha sido revisado una décima a la baja, si bien conviene especificar por qué la reacción no ha sido mala. El consumo interno, el verdadero impulso de este país, no pierde fuelle, cosa que sí sucede con el comercio exterior y los inventarios. En el caso de estos últimos, simplemente por números, todo lo que han sumado antes te lo restan más tarde, pero sobre todo es importante comprender que el que haya menos suele significar que han sido vendidos. Y respecto al comercio exterior, el efecto dólar está ahí, pero para una economía relativamente cerrada como la norteamericana no supone un drama. Además de esto, también se publicaron cifras del sector de la construcción dispares, pues así como el precio de la vivienda ha subido en octubre, la venta de segunda mano ha sufrido un descenso provocado por motivos ajenos.
Europa se debate entre el miedo a un posible brexit en verano del año entrante y una España sin Gobierno. Cómo no, riesgo político a la europea para cerrar un año y abrir el siguiente. Sin embargo, incluso con el miedo a que la amenaza terrorista supusiera un peso demasiado grande para los consumidores, la confianza alemana de los mismos, medida por el Gfk, ha sido capaz de sumar en positivo, augurando, de momento, una buena tendencia.
Hasta aquí un 2015 apasionante, por llamarlo de alguna manera, para los mercados financieros, que no hace sino dejarnos a las puertas de un año previsiblemente … «batallador». Feliz Navidad, Feliz Año Nuevo y nos vemos después de Reyes.
Llámanos 
