Los catalanes han votado y lo cierto es que se abre un panorama absolutamente incierto en el que no se sabe cuál es el camino a seguir en esta crisis territorial.
Muy distinto es en EEUU, pues después de haber pasado una sufrida rebaja de los impuestos, ayer acordaban los dos partidos posponer a mediados de enero el techo de gasto para no tener que cerrar la Administración federal. Movimiento este muy a la griega, ese de cuando se prefería dar una patada para adelante respecto a la crisis del Estado europeo, pero que al final no ha sido tan desastroso.
La diferencia con Grecia es, digamos, sustancial. Según la lectura definitiva, el PIB estadounidense se mantiene por encima del 3%, y a pesar de que el consumo ha sufrido levemente, lo más notorio del indicador es que la inversión no residencial sigue comportándose. Posiblemente sea esta una de las mejores noticias que puede recibir la actividad de EEUU, más allá de una hipotética subida de la inflación. En cualquier caso, ayer también fueron publicados más datos, como el regional de manufacturas de Filadelfia o el Leading Indicator (un adelantado bastante representativo), ambos al alza para contrastar, en general, el buen hacer de esta economía. Solo el PMI de Chicago descendió, convirtiéndose en el malo de la película a pesar de estar en terreno de crecimiento.
En este camino de recuperación/mejora, EEUU no va solo. En todo caso, puede que incluso vaya a rebufo de Europa. La mejor idea de lo bien que está la región es que en Alemania la confianza del consumidor está «pasando» olímpicamente de la no formación de un Gobierno estable, sino subiendo, en el peor de los casos manteniéndose más o menos estable. Ya a nivel comunitario, también la confianza de los consumidores salió ayer en positivo, reforzando la tendencia creciente de varios meses.
Que tengan todos muy feliz Navidad.