Buenos días.
En las últimas semanas hemos tenido referencias de todo tipo de calado sobre los mercados financieros, pero la importancia de los bancos centrales puede ser aún mayor, pues aunque no lo queramos ver, estos aún son y seguirán siendo una pieza fundamental a pesar de haber perdido parte de la trascendencia pasada. Y que así siga siendo en la medida en que los inversores se vayan desamamantando de los Draghi, Yellen y compañía.
Fed y BoJ, EEUU y Japón. Las reuniones de ambas instituciones tienen lugar esta semana y así está el panorama: I) Respecto al primero no se espera nada especial, lo que significa que cualquier mensaje, bien restrictivo, bien expansivo, con toda seguridad se dejará notar en los mercados; II) En cuanto al segundo, la lanza monetaria de los Abenomics podría seguir alimentando su cadencia de tiro si se confirma la probabilidad de que se amplíen los estímulos; la pregunta es si son necesarios o efectivos para hacer frente a una crisis con veinte años de edad.
La profundidad del calendario de indicadores también habrá de ser tenida en cuenta en la medida en que un mínimo cambio de tendencia puede alterar la confianza de los inversores en cuestión de días. Los escépticos tienen en el inicio de año un buen ejemplo de lo que son los cambios súbitos de parecer. En este sentido, el PMI compuesto europeo se mantiene relativamente estable en niveles con margen sobre la frontera expansión-contracción. En contra de la nota negativa que casi siempre supone Francia, la positiva es la buena forma mostrada por los pedidos de bienes duraderos, más aún si esta partida recoge el mismo comportamiento en la recuperación de la industria de EEUU.
Hoy lunes cerramos con las elecciones austriacas, que dejan patente la efervescencia de los partidos antieuropeos, o al menos disruptivos respecto a lo que es el proyecto comunitario, así como el escaso tirón que están registrando las opciones tradicionales a lo largo y ancho de todo el continente.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones