Al mercado le está costando digerir la subida de la rentabilidad exigida a los bonos. Sobre todo, el hecho de que el bono norteamericano poco a poco se vaya acercando al 1,5%.
El aumento de las rentabilidades exigidas está impactando de lleno en los mercados de renta variable, que cerraron ayer de forma mixta, ya que las pérdidas en las acciones tecnológicas e industriales compensaron las ganancias en otros sectores, mientras que las acciones de energía continuaron subiendo. Los inversores sopesaron datos económicos más fuertes de lo esperado y el acta de la reunión de la Fed mostraba una postura de política acomodaticia contra las preocupaciones sobre los mayores rendimientos de los bonos y las expectativas de inflación.
Sin embargo, los bancos centrales están lanzando continuamente mensajes para intentar tranquilizar al mercado. Ayer era el turno de Dave Ramsden, responsable de la política del Banco de Inglaterra, quien decidió evitar hablar de la posibilidad de situar los tipos en terreno negativo, pero volvía a mostrar la predisposición de la entidad monetaria a aumentar su programa de compra de activos si fuera necesario. Por su parte, las notas de la última reunión de la Reserva Federal daban signos de que el supervisor mantendrá su política monetaria laxa para ayudar a sanar un mercado laboral en dificultades. Además, hacía hincapié en diferenciar el repunte transitorio de los precios interanuales con motivo de la pandemia con la tendencia subyacente de los precios.
El cambio en la percepción sobre la evolución futura de la inflación por parte del mercado se empieza a sentir en las nuevas emisiones de deuda de muchos Estados, como pasó ayer en el caso de los bonos a 20 años estadounidenses. Además, las ventas minoristas de la principal economía del mundo (5,3% vs. 1,1%) y los precios de los productores (1,3% vs. 0,4%) resultaban más altos de lo esperado, respaldando la narrativa reflacionista.
En cuanto a las noticias empresariales, con los datos de 393 compañías del S&P 500 ya publicados, el avance medio del beneficio por acción es +5,0% vs. -8,8% esperado. Además, baten expectativas el 80,7%, el 15,8% decepcionan y el 3,6% en línea. Es decir, los resultados han sido capaces de sorprender al mercado positivamente y muestran que las compañías se han adaptado muy bien a la actual situación epidémica.
Hoy, la atención de los inversores se centrará en las notas de la ultima reunión del BCE, así como en los datos inmobiliarios y de empleo de Estados Unidos.
Buen día.