Buenos días.
En mercados, lo mejor de semanas como la pasada es que terminen y pensar que con el comienzo de la siguiente se abre un nuevo tiempo. Y es que han sido los peores cinco días en bolsa europea desde 2012, con todo lo que ha llovido de por medio. No hay nada nuevo que comentar, tan sólo recordar: petróleo y Grecia. Durante esta madrugada, ni siquiera la aplastante victoria de Abe en las elecciones ha sido suficiente para evitar que los índices nipones sucumbieran a los dos factores del momento.
Pero esta semana, además de por multitud de datos macro, viene cargada de reuniones y comparecencias. Por importancia global, el último FOMC de la Reserva Federal del año y lo que en materia de tipos se pueda decir, ocupan el primer puesto sin duda alguna. Aunque en segundo lugar pero muy cercano al primero, las palabras de Draghi acerca de la disposición del BCE para un QEuropeo también serán de importancia capital para los inversores, más ahora que Weidmann (presidente del Bundesbank) ha vuelto a confirmar la negativa alemana a este extremo. Por último está el Consejo Europeo de jueves y viernes, del que se espera que salgan avances concretos del Plan Juncker, siempre y cuando la actualidad política continental lo permita.
Mientras, los indicadores económicos nos han dejado novedades positivas. La producción industrial de la zona euro suma otro segundo al alza, que mueve el interanual hasta el 0,7%. También en EEUU los números soprendieron, especialmente la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, la cual alcanza niveles máximos en siete años, al tiempo que los precios de producción descienden en noviembre por el impacto de la vertiente energética.
Buen día,
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones