Yellen ya es historia (viva) de la Reserva Federal, si bien su legado aún parece que se va a mantener en el tiempo.
Con esto se debe interpretar que el nuevo FOMC no se va a volver loco con las subidas de tipos, pues no escapa a nadie que el mercado, impregnado como está de optimismo, es extremadamente sensible a cualquier cambio de todos los bancos centrales. Mucho más que incluso a Trump, a Kim III o a quien se preste a la prensa internacional.
Lo más destacado de la reunión de la Fed, o más bien lo único, es el mensaje de que siguen siendo positivos en lo que a las expectativas de inflación se refiere. Esto tiene unas implicaciones lógicas sobre la política monetaria en el sentido en que los inversores apuestan por tres subidas de tipos para 2018, solo que cualquier incremento súbito del IPC podría alterarlas. Lo bueno es que todos los bancos centrales se están cuidando muy mucho de no dar sorpresas a los mercados.
Ya que nos hemos puesto con los gestores de la política monetaria, giramos camino de Europa. Malas y buenas noticias. Malas porque la inflación general de la zona euro ha abierto el año cayendo una décima (al 1,3% anual), por lo que esa mayor lejanía del objetivo del 2% se interpreta como un descenso de la presión sobre el BCE. Pero la buena nueva es que el IPC subyacente sí ha despertado producto del crecimiento que disfruta la región, y eso sí debiera ser tenido en cuenta a la hora de calibrar el rumbo futuro de los niveles de tipos, estímulos incluidos.
A pesar de su lejanía, Asia también está abonada al crecimiento global hoy y, según parece, también mañana. Además de muchos puntos de apoyo con los que defenderlo, los PMI manufactureros de China y Japón lo atestiguan, en el caso del gigante manteniéndose estable gracias al tirón de los nuevos pedidos, mientras que la lectura del indicador nipón es la más alta en cuatro años.
Por su lado, jornada de contrastes en el frente de los resultados empresariales. Un buen ejemplo es BBVA contra Facebook. El beneficio del banco español ha crecido con timidez por culpa de ajustes internos, pues los márgenes esconden mejores importes. Por el contrario, la red social no era capaz de sorprender al mercado a pesar de la fortaleza de los beneficios debido a un crecimiento menor del número de usuarios. Además volvía a ser noticia la reforma fiscal de EEUU por las provisiones que han llevado a Microsoft a presentar unas pérdidas temporales.
Buen día.