El mercado asiático no ha respondido con el mismo miedo con el que lo hacía en verano porque los volúmenes de negociación ahora son suficientes para diluirlo. Pero es que el que la bolsa de EEUU esté de máximos dos días sí y uno casi en base a que el ciclo económico global está mejorando es más que suficiente para aplacar las fanfarronadas de Kim III.
Por el contrario, la publicación del IPC norteamericano correspondiente a agosto sí era un punto de control indispensable en el día de ayer. Salió bien, dado que no es que el general saliera por encima de lo esperado, sino que la buena noticia es que la tasa subyacente, más pegada a la actividad real, también crecía más de lo que tenía estimado el consenso. Como es natural, el mercado interpretó que la inflación cerca del objetivo del 2% puede requerir de subidas de tipos, y así lo reflejó la curva de deuda de EEUU.
El otro evento de la sesión era la reunión del Banco de Inglaterra, frente al cual, si cumple con lo que se espera de ellos, habrá que quitarse el sombrero. Porque si como estiman, la inflación sobrepasa el 3% y se ven obligados a endurecer la política monetaria vía tipos o vía reducción de estímulos, habrán cumplido con su verdadero cometido estrictamente financiero, que también conlleva no interferir en la vida política del país. En fin, brexit is brexit.
Buen fin de semana.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones