Y ayer un nuevo día alcista, con las bolsas europeas logrando consolidar sus recientes movimientos.
En Estados Unidos, no es noticia si digo que tanto S&P 500 como Nasdaq Composite volvieron a marcar máximos históricos, entre otras cosas porque en lo que llevamos de año lo han hecho veintidós y cuarenta y tres veces, respectivamente. Se dice rápido.
El empleo continúa siendo uno de los focos de mayor preocupación en Estados Unidos y, a falta de los datos de creación de empleo que se publicarán mañana viernes, ayer conocimos la cifra publicada por la procesadora de nóminas ADP, que defraudaba al mostrar una creación de nuevos salarios de 428.000 frente al millón que se esperaba. Puede que en previsión de lo que vaya a pasar, la Administración Trump haya deslizado la posibilidad de que estén preparando calendarios de vacunación de ciertos colectivos ya para finales de octubre o principios de noviembre. ¿Tendrá todo esto algo que ver con argucias electorales o podemos comenzar a creer que el principio del fin de esta situación cada vez es más real?
Finalmente, en Europa, el euro continúa apreciándose perjudicando a los grandes conglomerados exportadores. La novedad vino en las declaraciones del economista jefe del BCE, asegurando que el tipo de cambio es una variable altamente controlada y que podría motivar cambios en las políticas del organismo. Por si fueran pocos los problemas a los que debe estar atento el Banco Central Europeo…
Buen jueves.