Buenos días.
Ayer tocaba una subida para romper la rutina, pero la constante es brexit, brexit, brexit… Ya no es la posibilidad de que el Reino Unido rompa puentes políticos con la UE lo que cotiza el mercado, sino la absoluta falta de claridad de qué va a suceder.
Ayer mismo, el ministro de Finanzas proseguía con la línea oficial al asegurar que la salida traería aparejada la necesidad de aplicar políticas fiscales más propias del continente, es decir, gasto e impuestos. Claro que meter miedo cuando el paro en las islas está en mínimos de incluso antes de la crisis amortigua el golpe de las amenazas.
La Reserva Federal, en su condición de banco central del mundo, se ha apuntado a eso de achacar al brexit todos los males de no poder seguir endureciendo su política monetaria. Esto y el mal dato de creación de empleo publicado hace dos semanas han traído la unanimidad al FOMC a la hora de decidir mantener el precio del dinero donde está. Las previsiones han caído en crecimiento y en subidas de tipos esperadas, pero siempre estará ahí la coletilla de la macro-dependencia para volver a valorar incrementarlos.
El Banco de Japón, reacio a seguir experimentando desde algunas semanas por la falta de efectividad de las medidas aplicadas, también opta por el esperar y ver, tanto al voto de los británicos como a los próximos movimientos de la Fed. Eso no le exime de seguir actualizando las previsiones económicas del país, que en materia de inflación vuelven a caer y que en la de mercados, vuelven a pesar.
A nivel de indicadores económicos, EEUU fue el gran dominador de la jornada. Por el lado de la industria hay mezcla, dado que el regional de manufacturas de Nueva York se recuperó muy bien mientras que el sector del automóvil ha provocado el descenso, mayor a lo esperado, de la producción industrial de abril. Por su lado, se sigue cumpliendo el efecto de la recuperación del precio del petróleo sobre los índices de precios, siendo el último de ellos el de producción.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones