Pensábamos que el culebrón del Nord Stream 1 había terminado y nada más lejos de la realidad. El presidente ruso compareció ayer para advertir que las entregas de gas a través del gasoducto, que representan más de un tercio de las exportaciones rusas de combustible a Europa, podrían reducirse todavía más en un futuro e incluso interrumpirse. Gazprom, además, aseguró que todavía no ha recibido la turbina necesaria para la estación de compresión de Portovaya. «Está en tránsito», dice Ursula von der Leyen, probablemente las palabras más temidas cuando sabemos que un paquete está en manos del servicio postal. El caso es que la actual interrupción por mantenimiento ha truncado los planes de la Unión Europea para rellenar sus depósitos de gas de cara al invierno. Putin sabe que tiene la sartén por el mango. La Comisión Europea, a su vez, ha propuesto que todos los Estados de la zona euro reduzcan su uso de gas en un 15% de agosto a marzo. No pinta un invierno fácil.
Las bolsas europeas se mostraron algo dubitativas durante la sesión, aunque la mayoría acabaron cerrando planas (Eurostoxx 50 -0,06%; DAX -0,20%). Todo lo contrario que en Estados Unidos, donde el Nasdaq (+1,58%) celebraba las reservas récord de sistemas de fotolitografía de ASML Holding —buena noticia para la industria de semiconductores― y los resultados «menos malos» de Netflix. La pérdida trimestral de suscriptores ha sido menor a la esperada (-970.000 vs. -2.001.000 estimados). Las nuevas temporadas de Stranger Things o de Peaky Blinders parece que han ayudado a retener a los disidentes. No obstante, las estimaciones de ingresos, beneficios e incluso suscripciones para el tercer trimestre se quedaron muy por debajo de lo esperado. Veremos si la asociación con Microsoft para relanzar la parte global de ventas y tecnología publicitaria comienza a dar sus frutos.
Fuente: Netflix, Twitter.
Por el lado macro tuvimos un día bastante tranquilo. Lo más destacable sería el dato de ventas de viviendas existentes en Estados Unidos. Caída por quinto mes consecutivo (5,12 millones vs. 5,38 estimado), llegando a su punto más bajo en dos años. Los precios desorbitados y el alza en los tipos de interés bancarios están enfriando el mercado inmobiliario estadounidense. De hecho, las reventas de viviendas (algo así como el 90% de las ventas de casas en la región) cayeron un -14,2%. ¿Estamos ya ante el pinchazo de la burbuja inmobiliaria americana?
Fuente: Bloomberg. Elaboración: Tressis.
Feliz jueves.