¡Pues no va Europa y cuando «peor» está la economía, mejor lo hacen los índices!
Claro que quizás haya que incluir en la ecuación al euro, porque casualidades de la vida, en cuanto ha vuelto a perder valor ha permitido la recuperación de las bolsas europeas. Tampoco se puede decir que la región esté pasando por un mal momento, pero sí es cierto que se confirma la pérdida de tracción económica de los últimos meses. El PIB de la zona euro, así como el alemán, lo atestiguan, si bien dicen los economistas que puede ser algo pasajero. En todo caso, el ZEW alemán fue capaz de mantenerse en los niveles en los que estaba, una tónica poco habitual entre los indicadores adelantados de Europa.
Japón también está pasando por el mismo síndrome que Europa, claro que lo que allí sucede se magnifica por culpa de llevar más de veinte años estancados. El PIB del primer trimestre ha caído seis décimas, algo que dicen las autoridades niponas que se debe a factores coyunturales como el tiempo, ese ser etéreo siempre culpable de pequeñas crisis. Y el mercado lo compra, pero no así el que el descenso haya sido más pronunciado de lo que se esperaba, lo que podría traer problemas a Japón si se confirma que este descenso va más allá de la temporalidad.
Para romper moldes (casi) siempre hay que mirar a EE.UU. y la flexibilidad de su día a día, personal y sobre todo empresarial. Puede que por esto estén recuperando el trono del crecimiento económico, como bien vienen demostrando los datos macroeconómicos, con la salvedad, eso sí, de la inflación. Aunque los mercados siguen empeñados en ver presiones sobre la Reserva Federal y así está subiendo el dos años por encima del 2,5%, el nivel que indica tres subidas de tipos y no más. Además, esto puede ayudar a entender el valor del dólar, por fin respondiendo a diferenciales de tipos de interés, parece.
Buen día.