La revisión del PIB del tercer trimestre de Estados Unidos (3,2% vs. 2,9% estimado) supuso un jarro de agua fría para los inversores, puesto que el consumo privado (2,3% vs. 1,7% estimado) fue la variable que más se incrementó. Esto podría emplearse como un termómetro de la salud de la economía norteamericana, dado que supone casi dos terceras partes de su producto interior bruto. Además, durante la última semana las peticiones de subsidio por desempleo apenas variaron en 2.000 solicitudes (216.000 vs. 222.000 estimadas), lo que significa que el mercado laboral estadounidense continúa tensionado y, por el momento, está soportando bien las alzas de tipos de interés.
El impacto en los índices de renta variable no se hizo esperar y las principales referencias bursátiles acabaron en números rojos. En el caso europeo, estas comenzaron la sesión anotándose unas ligeras revalorizaciones gracias al impulso de los resultados trimestrales de Nike y FedEx del día anterior, aunque se dieron la vuelta y cerraron en pérdidas como consecuencia de la publicación del dato de crecimiento estadounidense (Dax -1,30%, CAC -0,95%, FTSE -0,37% e Ibex-35 -0,36%). Al otro lado del Atlántico, los futuros de los parqués de EE.UU. vivieron un movimiento similar, pasando de estar positivos a negativos, para concluir la jornada lejos de los niveles más bajos (Dow Jones -1,05%, S&P 500 -1,45% y Nasdaq -2,18%).
La variación en los mercados de deuda del Tesoro de EE.UU. también fue significativa, con la rentabilidad del papel a dos años incrementándose en 5 puntos básicos hasta el 4,27%. Mientras tanto, las obligaciones a diez años lo hicieron en 2 p.b. hasta el 3,68%, por lo que la inversión de la curva alcanzó los 59 p.b.. En el caso de la curva alemana, esta se positivizó un poco más al experimentar un mayor movimiento en el tramo largo que en el corto (+4 p.b. el bund, por los 2,5 p.b. del dos años). Sin embargo, todos los focos están (y estarán) puestos en las decisiones que tomen los bancos centrales y, en particular, el de Japón, el cual apareció esta semana en escena al aumentar el rango de rentabilidad que podía ofrecer su papel a diez años (este fluctuará desde el -0,50% hasta el 0,50%) y, potencialmente, podría cambiar su objetivo de inflación para incrementarlo.
Finalmente, la sesión de hoy vendrá cargada de citas macroeconómicas de calado como el PCE en Estados Unidos, el cual es el indicador de precios más seguido por la Fed. También se publicará el gasto personal y las expectativas de inflación de la Universidad de Michigan en EE.UU. En Europa verá la luz el Índice de Precios del Productor (IPP) de Francia, la estimación del PIB de España del tercer trimestre de 2022 y los datos de sentimiento del consumidor y de los empresarios en Italia. En Japón se revelará el dato de inflación, el cual de ser mayor al estimado, podría suponer un cambio de rumbo en las políticas monetarias del país.
Feliz viernes y feliz Navidad.