El ataque de Irán a Israel vuelve a generar incertidumbre en el mercado: el mercado japonés ha iniciado la semana con caídas, al igual que los mercados asiáticos. De igual modo, el oro y el petróleo comienzan la semana con subidas. El primero superando de nuevo los 2.350 dólares la onza y el Brent en 90 dólares el barril. La reacción del mercado (a las 7:00) está siendo mucho más contenida de lo que inicialmente se podía prever.
Los principales mercados retrocedieron durante la semana en medio de mayores temores de conflicto en Oriente Medio y algunas señales de presiones inflacionarias persistentes. Las acciones de gran capitalización resistieron mejor que las de pequeña capitalización, y el índice Russell 2000 sufrió su mayor caída diaria en casi dos meses el miércoles y volvió a caer en territorio negativo en lo que va de año. Las acciones de crecimiento también se comportaron mejor que las acciones de valor, que se vieron lastradas por los sectores más sensibles a los tipos de interés, como los REIT inmobiliarios, los bancos y las empresas de servicios públicos.
El viernes, antes de entrar en el fin de semana y, por tanto, del ataque de Irán, empezaba la temporada de resultados empresariales del primer trimestre. Tras los decepcionantes datos de inflación del miércoles y las posteriores reacciones del mercado, los mercados se habían recuperado el jueves. Los grandes bancos comienzan la temporada de resultados con todo el mundo buscando cualquier signo de debilidad.
Desafortunadamente, el sector bancario no consiguió contentar a los inversores. JPMorgan Chase, el referente del sector, vio caer sus acciones a pesar de publicar unos beneficios que superaron las expectativas. El director ejecutivo, Jamie Dimon, citó las «presiones inflacionarias» y las políticas de la Reserva Federal como preocupaciones crecientes, haciéndose eco del sentimiento de que aún no estamos fuera de peligro en lo que respecta a los desafíos económicos. Otros bancos importantes como Wells Fargo, Citigroup e incluso BlackRock, la gestora de activos más grande del mundo, no pudieron escapar de la corrección, y sus acciones cerraron en rojo. Este comienzo inestable ha frenado las expectativas de que esta temporada de resultados pueda impulsar un nuevo repunte de las acciones como el que vimos a principios de este año. Y no son pocos los analistas que esperan que los resultados sean sólidos. Según datos de Bloomberg, los analistas esperan un crecimiento interanual para el primer trimestre del 3,8% en el beneficio por acción.
Y es que el día se saldaba con una fuerte caída de los mercados norteamericanos, mientras que en Europa se cerraba de forma mixta, con los mercados ibéricos e ingleses liderando las ganancias. Por su parte, los mercados de renta fija cerraban una semana muy volátil, marcada por los datos de inflación, el acta de la Fed y la reunión del BCE. El bund se sitúa en 2,35%, mientras el treasury se sitúa por encima del 4,5%. Es decir, la semana se saldaba con caídas de los precios de los bonos americanos y subidas de los europeos, con la excepción de los ingleses.
Y eso que la confianza de los consumidores estadounidenses ha empeorado en las últimas semanas inesperadamente. Eso sí, las expectativas de inflación han aumentado tanto para el próximo año (alcanzando el 3,1%, el nivel más alto en cuatro meses, frente al 2,9% de marzo) como para las perspectivas a cinco años (del 3%, el más alto en seis meses, frente al 2,8%). Esto sugiere un nivel de insatisfacción con la percepción de que se ha detenido la desaceleración de la inflación.
El yen continuó debilitándose y alcanzaba niveles que se consideraban clave de cara a una intervención. No hubo tal actuación durante la semana, aunque las autoridades del Ministerio de Finanzas declararon que estaban analizando los factores detrás de los movimientos de la moneda y que actuarían sobre la debilidad excesiva del yen. El gobernador del Banco de Japón (BoJ), Kazuo Ueda, por su parte, descartó responder a la debilidad del yen con una subida de tipos. Enfatizó que el banco central no cambiaría su política monetaria directamente en respuesta a los movimientos del tipo de cambio. El Banco de Japón puso fin recientemente a su política de tipos de interés negativos y deshizo su programa de control de la curva de rendimientos, en respuesta a las señales de que los precios estaban subiendo junto con los salarios, una condición previa declarada para el endurecimiento de la política monetaria. Las expectativas del mercado parecen haber convergido ahora en torno a dos nuevas subidas de tipos en un periodo de un año. Es cierto que la huida de los inversores hacia activos refugio podría ayudar a que no sea necesaria una intervención.
Mirando a futuro, todos los focos se situarán en Oriente Medio. Por su parte, el calendario macroeconómico será mucho más ligero. Aunque sí que es cierto que estos días conoceremos datos industriales, el PIB del primer trimestre de China, los datos definitivos de inflación de la eurozona y la salud del mercado inmobiliario norteamericano. A raíz del sólido informe de empleo y el IPC, parece que muchos analistas están revisando sus expectativas para el próximo año. Ya no solo se están retrasando las expectativas de bajadas de tipos de interés para este año, sino que también se están reduciendo las del año que viene.
No podemos estar seguros de cómo, o si Israel reaccionará, ni quiero especular aquí sobre esta situación tan dramática. Sin embargo, una cosa es segura: hoy tendremos un mercado bastante interesante. Es probable que esta escalada entre Irán e Israel afecte a los precios del petróleo, lo que a su vez influirá en la inflación y, por tanto, en el mercado de bonos. Bitcoin y otras criptomonedas, los únicos mercados que cotizaban el sábado, vieron caer el bitcoin más del 8% en un momento dado. Ayer, la criptomoneda lograba recuperarse ligeramente. ¿Qué harán el resto de mercados?
Por lo pronto, están comportándose con mucha cautela.
Los futuros de los índices de renta variable cotizan al alza a las 7:05
Pero Japón ya nos ha demostrado que a pesar de la apertura al alza, los inversores no están con muchos ánimos.
El oro y el Brent, por ahora resisten:
Al igual que el EUR/USD:
Buena semana.
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