Buenos días.
Otro lunes negro más en bolsa ha servido para que todo el mercado se pregunte qué está pasando para estar sufriendo caídas a plomo que no responden a ese escenario de recesión inminente, ni mundial ni intergaláctica. Aunque pasado un tiempo, no faltará quien se apunte haber visto lo que hoy pocos ven.
A saber. El petróleo está de vuelta por debajo de los 30 dólares porque todos los productores siguen empeñados en ganar cuota perdiendo dinero. Las pérdidas potenciales derivadas del precio del barril para el sector financiero se están poniendo sobre la mesa del peor de los escenarios, además de las dudas de que los fondos soberanos de los petroestados, considerados los mayores accionistas de la banca occidental, estén teniendo que vender posiciones para compensar la falta de ingresos del petróleo. Las sensaciones de los inversores están empeorando a grandes pasos, probablemente por autoconvencimiento del rebaño, porque hace un mes y medio el escenario era radicalmente distinto, pero la mayoría tiene el poder. Y porque China está de vacaciones … Parecido está el riesgo político europeo, que no pinta nada en la ecuación actual, aunque a nivel doméstico afecta la incertidumbre en España, así como el runrún de que el suelo vuelva a moverse bajo los pies de Tsipras.
En esta tesitura, ganadores pocos, más allá de lo que toda la vida se ha considerado refugio. Para el que se compró deuda pública de Alemania o EEUU, ha salido el sol estas últimas semanas, pero mucho cuidado con los niveles que están alcanzando las rentabilidades, cercanas a los mínimos de primavera que acabaron en estallido. ¿Podrían tener que aparecer los bancos al rescate? Pues nunca lo descartemos, si bien su impacto pudiera ser limitado e incluso dañino.
El entorno macroeconómico no es de recesión, pero es cierto que tampoco es el Santo Grial. El calendario de indicadores se ha ceñido de momento a Europa y no se puede extraer nada en positivo que no sea el crecimiento francés de cuatro décimas en el cuarto trimestre. La confianza de los consumidores de la zona euro ha caído por sorpresa, claro que no son inmunes a lo que ven en los mercados, mientras que Alemania sigue mostrando debilidad en su sector industrial por el peso emergente, como reflejan la producción industrial o la balanza comercial. Una lástima que la buena forma de la economía doméstica europea no esté siendo recogida en las valoraciones de los activos, pero de nuevo, la mayoría del rebaño manda.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones