En realidad, es que la pandemia nunca se había ido, y ómicron ha venido para recordárnoslo. ¿Qué es eso de hablar de crecimientos por encima de los niveles prepandemia, de normalización monetaria y de todas esas buenas noticias? Hemos hecho pensar a la COVID-19 que nos estábamos olvidando de ella y ha querido reclamar su indudable protagonismo en el devenir de los mercados. Pero no nos equivoquemos: ese protagonismo que mueve bolsas como si fuesen las hojas de un árbol al viento se lo hemos dado nosotros, por descontar miedo. Parte de ese sentimiento, de hecho, ayer lo reducían directivos de Pfizer y alguna otra farmacéutica al decir que sus vacunas deberían ser también efectivas frente a ómicron. Eso porque no queremos escuchar a la médico que lo secuenció por primera vez, la cual ha descrito los síntomas de esta variante como dolor de cabeza, sequedad de garganta y cansancio inusitado. Por no mencionar, tampoco, que de todos los contagios que ha causado esta nueva variante, falta el primero que lo curse con síntomas realmente importantes. En fin, que me he extendido mucho aquí para simplemente decir que la calma es la mayor de las virtudes en escenarios volátiles como los de esta semana.
Precisamente ayer, y al calor de las declaraciones del CEO de Pfizer, los mercados americanos vivían una positiva sesión que parece que hoy copiarán los europeos, cosa que ya han hecho esta madrugada los asiáticos. Además, y ya en un tono más técnico, resulta que en los últimos cinco días las estrategias sistemáticas (CTA, arbitrajes de volatilidad, etc.) han vendido renta variable por valor de más de 200.000 millones de dólares. Esto quiere decir que, con la reducción de volatilidad que se espera llegue en las próximas sesiones, este dinero debería ayudar a soportar la cotización del mercado (fundamentalmente) americano.
Más complicado puede ser el devenir de los parqués europeos si los Gobiernos continúan aplicando nuevas restricciones que incidirían directamente en la ya maltrecha recuperación económica europea. Ayer, Alemania vetaba la entrada a establecimientos de ocio y comercio a aquellas personas no vacunadas e, incluso, se planteaban la posibilidad de hacer obligatoria la vacunación. Personalmente, me parece complicado que un tribunal constitucional avale dicha decisión, pero, ¡oye! ¿quién soy yo para opinar si también el balconing me parece la peor idea de la historia y ahí sigue practicándose?
Hoy, y ya para finalizar, tenemos un día con importantes publicaciones macroeconómicas, empezando por datos de actividad y acabando con lecturas de empleo en Estados Unidos. En este país, se espera que puedan volver a marcar una tasa de paro del 4,5%, pero lo realmente importante será que esto se consiga mientras la tasa de participación comience a recuperarse.
Buen fin de semana y buen puente a aquellos que lo estiran.