Llevábamos mucho tiempo sin que Trump saliera de su cueva… y lo ha hecho por la puerta grande. Cuando prácticamente todos los inversores ya descontaban un acuerdo comercial, las negociaciones han sufrido un fuerte bache esta semana tras las amenazas del presidente de los EE.UU. Este acusa a la Administración china de eliminar parte de los acuerdos de la semana pasada e incumplir sus promesas. Hoy tendremos nueva ronda de reuniones, a ver si el vice primer ministro chino, que confirmó su viaje a Washington, consigue reconducir la situación.
También la balanza comercial del gigante asiático ha desconcertado al mercado con unos resultados muy por debajo de lo previsto. Las exportaciones se han reducido en abril, mientras que las importaciones se han disparado. Aunque las cifras con EE.UU. han sido completamente diferentes, ya que el superávit aumentaba el mes pasado.
El resultado era una nueva jornada de retrocesos, de la que se salvaba parcialmente Europa, y en la que los activos denominados refugios volvían a atraer dinero, salvo el diez años americano, cuya subasta de ayer era la que menos demanda registraba desde principios de 2009.
Por su parte, el petróleo escalaba posiciones ante la caída abrupta de los inventarios en cerca de 4 millones de barriles, por la fuerte demanda de los consumidores norteamericanos.
Buen día.