Difícil empezar el comentario de hoy para explicar el cambio de entre los dos principales banqueros centrales de Europa. Hoy digo blanco, mañana negro y los mercados que no saben en qué dirección ir, pero sí sirve para demostrar, una vez más, el tutelaje de estos organismos y la pauta adictiva que siguen mostrando los inversores ante la peligrosa, pero inofensiva a la vista, droga de la liquidez.
Primero, por importancia, va Draghi. El martes produjo una conmoción de esas que hacen falta y se echan de menos al hablar sin miedo, por fin, de un hipotético final del programa de compras de activos, también definido como un transformador del correcto funcionamiento de los mercados de capitales. Pero como la reacción de los bonos no es lo que unos Estados hiperendeudados se pueden permitir, ayer el BCE tuvo que recular con eso tan poco creíble de que se habían malinterpretado sus palabras. En definitiva, que no había calibrado correctamente la falta de confianza real que existe al financiar a tipos reales del 0%.
Es cierto que una corrección de Mario Draghi podía entrar dentro de lo posible. Por lo que pocos habrían apostado es por el inesperado giro de 180 grados dado por el gobernador del Banco de Inglaterra. Tan solo una semana después de asegurar que lo de subir tipos no entra en los planes del BoE, Mark Carney se ha posicionado con los que creen que sí es necesario estar preparados para que el banco central cambie de registro. Todo por culpa de un brexit para el que no hay solución a la vista.
Aunque en EEUU también se ha elevado unos grados el debate sobre si subir antes o después los tipos de interés, la tendencia no es negociable hoy por hoy. Los indicadores siguen inmersos en un sesgo mixto, que según el día mejora o empeora el ánimo de los mercados. El decepcionante dato de venta pendiente de vivienda publicado ayer es una muestra de esto, pues se encuadra en un sector de la construcción que a pesar de todo aún tiene tirón. En todo caso, nunca podría ir peor que la colección de fracasos de Trump para tumbar el sistema sanitario heredado.
Buen día.
Amílcar Barrios
Dirección de Inversiones